Indica el representante de los médicos católicos del mundo, Simón Castellví
MADRID, viernes 20 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Algunos médicos de especialidades como la ginecología abandonan la profesión cuando no pueden ejercer en conciencia, lo cual socava el derecho de los pacientes a escoger un médico cercano a sus valores.
El presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC), Josep Maria Simon, ha indicado ésta y otras consecuencias de la negación de la objeción de conciencia que se da, por ejemplo, en los Estados Unidos.
“Negar el respeto por la conciencia en una materia amenaza el derecho de cada uno a actuar siempre en conciencia”, afirmó, al intervenir este viernes en el XI Congreso Católicos y Vida Pública que se está celebrando en Madrid.
Y añadió: “Además, ello no conlleva una mejor asistencia sanitaria; al contrario, el acceso a una sanidad de calidad, especialmente para las madres, queda mermado”.
Simón explicó que la FIAMC “ha tenido que luchar para proteger los derechos de la conciencia de los sanitarios en los Estados Unidos”.
Como ejemplo de ese contexto hostil, destacó la decisión de la administración Obama de revertir la Health and Human Services Rule (HHS Rule), de diciembre de 2008.
“Esta decisión representa una importante marcha atrás, especialmente para los médicos y el resto del personal sanitario, en cuanto a los derechos de la conciencia”, explicó.
“La HHS Rule protegía una parte fundamental de la libertad de los norteamericanos (libertades religiosa y de conciencia)”, continuó.
“Ésta, además, se refleja en todo el mundo libre, ya que los Estados Unidos son, hasta cierto punto, un modelo a seguir en muchos aspectos de nuestra convivencia -añadió-. De hecho, la “HHS Rule” reflejaba y aplicaba treinta años de leyes federales establecidas que protegían la conciencia de los proveedores de salud”.
“Obama muestra que está dispuesto a forzar a los médicos y a los proveedores de salud de los Estados Unidos a participar en abortos y otras acciones que violan la conciencia y su criterio clínico”, concluyó.
Simón también destacó varias acciones de Obama que “minan el respeto por la vida y la dignidad humanas y la libertad de las religiones, en los Estados Unidos y en otros países del mundo.
“Ya ha enviado millones de dólares de los contribuyentes a las agencias extranjeras que promueven descaradamente el aborto como método de planificación familiar (algo prohibido por la Conferencia de las Naciones Unidas de El Cairo) y otros tantos millones al Fondo de las Naciones Unidas para la Población, a pesar de su apoyo a la política china de abortos forzados”, dijo.
Sin embargo, también reconoció que, “en los últimos meses, Obama ha realizado dos interesantes nombramientos de autoridades que respetan la vida humana”.
Por otra parte, añadió, “actualmente, el presidente norteamericano intenta aprobar una reforma sanitaria que no sabemos cómo dejará a la objeción”.
Más allá de la situación que se vive actualmente en los Estados Unidos, el presidente de la FIAMC afirmó que “al poder de la Cultura de la muerte no le place la objeción”.
Simón dijo no ser partidario de regular demasiado la objeción de conciencia. “Ella existe y ya está en nuestro ordenamiento jurídico -explicó-. Cualquier regulación restringirá su derecho”.
El médico, que reside en Barcelona, también habló del contexto español. Explicó que recientemente, la Organización Médica Colegial se ha planteado crear un registro oficial y centralizado de objetores.
En este sentido, declaró: “Creo sinceramente que sería más operativo crear un registro de médicos “aborteros”: son muchos menos, se controlaría quizá mejor lo que no deja de ser un delito y así se evitarían presiones hacia los médicos que respetan la vida humana”.
Para Simón, “la conciencia es el último baluarte de la persona, su ámbito de intimidad en el que tomará decisiones y será responsable por ellas”, porque los seres humanos “somos libres y por tanto responsables”.
Mater Care, la agencia de la FIAMC para la cooperación internacional en temas obstétricos y ginecológicos, ha declarado recientemente que la objeción de conciencia “ha sido siempre algo propio de las sociedades civilizadas”, recordó Simón.
“Interferir el derecho de actuar contra la propia conciencia es anular el principio de autonomía del médico y los derechos de la maternidad -ha señalado la agencia-. Forzar a los médicos a realizar actos contra la conciencia es una forma de totalitarismo”.
De todas maneras, reconoció el ponente, “una parte de la sociedad internacional insiste en proteger el derecho a actuar según la propia conciencia”.
El presidente de la FIAMC afirmó que, así como “en algunos Estados ha sido imposible encontrar médicos que apliquen las legales penas de muerte”, “podría también suceder en el caso del aborto”.
“Esperemos que, en España, por lo menos se respete el Derecho a la objeción y que haya muchos objetores, lo que salvaría, sin duda alguna, numerosas vidas”, auspició.
Simón finalizó su intervención con dos ejemplos de defensores de la conciencia: el del congresista John C. Fleming, médico, que escribió el 6 de marzo de este año una carta al presidente Obama en la que hablaba abiertamente de discriminación hacia los profesionales que se niegan a realizar abortos debido a la nueva legislación.
Y el del beato austriaco Franz Jägerstätter, mártir de la conciencia que se negó a servir a la ideología nazi y escribió en la prisión militar de Bertín-Tegel, en agosto de 1943: “Ni el calabozo, ni las cadenas, ni siquiera la muerte pueden separar a alguien del amor de Dios, ni arrebatarle la fe y el libre albedrío”.
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