Aborto: el peor de los crímenes

Día del Niño por Nacer

Aborto: el peor de los crímenes

Las estadísticas son elocuentes: cada tres segundos un niño es víctima de un homicidio prenatal, el peor de los crímenes, pues es cometido contra un ser inocente en su más absoluto estado de indefensión.
Pero esa misma proyección numérica es más cruel cuando las cifras se agigantan. Estamos hablando de 28.800 muertes por día en todo el planeta, algo así como 864.000 asesinatos por mes. ¿Espeluznante!, ¿verdad?.
Casi un millón de aberrantes hechos que tuvieron como escenarios ese pequeño espacio maternal. Un lugar que Dios les regaló a las mujeres para todo lo contrario, para concebir, para formar vidas, para colaborar con Él en su Obra creadora.
Sin embargo, la horrenda torcedura de ese propósito, permitió la desigual batalla del aborto: la despareja lucha entre cuanto elemento de destrucción pueda existir para ese crimen y ese ser viviente que tratará, en vano, de defenderse.
Las paredes del vientre materno, lejos de protegerlo, serán la trampa para que el asesino termine con él.
Morirá despedazado por pinzas que con la fuerza ejercida por el asesino aprisionará el frágil cuerpecito no nato hasta destrozarlo. Así la carne triturada fluirá por los tubos de succión al terminar la faena. O morirá quemado por ácidos, o ahogado por los efectos letales de fármacos fabricados por hombres que tuvieron mejor madre o más suerte que los niños muertos por sus inventos.
Casi un millón de homicidios prenatales por mes. La cifra, más que alarmarnos debe movernos a la reflexión y a la consecuente acción.
Que los grupos que impulsan y promueven toda práctica abortiva y aspiran a la legalización y aceptación social de otras desviaciones (y esta será la única vez que a ellos me refiera, porque apostar a la vida es también ignorar a los cultores de la muerte), sepan que frente a ellos habrán hombres y mujeres –verdaderos hombres y verdaderas mujeres- comprometidos con la vida, seguros del porvenir, amantes de la justicia y la paz, enamorados de su tarea apostólica, dispuestos a rechazar toda pretensión de instalar la legalización de ese crimen.
El 25 de este mes será el Día del Niño por Nacer, a escasos días de vivir la Resurrección del Redentor, de gozar su Santa Pascua: dos excelentes motivos para reflexionar sobre muertes… y muertes de inocentes.

Jesús C. Legrand
Familias por la familia