Ante los graves problemas de envejecimiento de la población, el presidente decidió conceder una distinción a los padres que al menos tengan siete hijos.
Algunos países del mundo sufren por controlar su superpoblación; mientras, Rusia enfrenta graves poblemas de envejecimiento. Por eso, Moscú premiará a los padres más prolíficos de la nación con incentivos fiscales y medallas.
Como una de las medidas de su nueva política de fomento de la natalidad, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, concederá distinciones a padres de familias numerosas. Muy numerosas.
La Orden de la Gloria Parental se otorga a padres con al menos siete hijos. A las parejas con más de uno se las recompensará con ayudas económicas.
Todo para intentar revertir el vertiginoso descenso de su población. Según algunos demógrafos, el número de rusos podría pasar de 140 millones a 94 millones en los próximos 40 años.
Una de las principales razones de esta caída es el brusco descenso en la esperanza de vida entre los varones rusos -que es de 59,33 años según los informes del Departamento de Estado de los Estados Unidos-, especialmente por el abuso de alcohol a gran escala, explica el editor de la BBC para Europa, Nicholas Walton.
También influyen, añade Walton, la confusión y el desempleo que siguieron a la caída del sistema soviético y la propagación de enfermedades como el sida y la tuberculosis.
Animar a los rusos a agrandar sus familias parece ser una de las pocas opciones del gobierno para aumentar su población.
Otra, la acogida de inmigrantes. Esta opción choca, sin embargo, con la hostilidad de muchos rusos hacia los trabajadores provenientes de los antiguos países de la órbita soviética.
En los últimos años, explica el periodista, está creciendo el temor a la influencia en aumento del Islam en el país y a los vínculos de algunos inmigrantes con el crimen organizado.
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