Que el matrimonio "es un vínculo sagrado que consiste en la unión voluntaria de un hombre y una mujer, que deciden constituir entre sí una comunidad permanente de vida y amor
Que por su propia naturaleza, "esta unión es indisoluble y está orientada al bien de los cónyuges, a la procreación y a la educación de los hijos. La fidelidad a las promesas que hicieron los cónyuges al momento de contraer matrimonio, está intrínsecamente unido al amor fiel y perpetuo de Dios trino y a la dignidad de todo ser humano".
Por tanto, "ninguna norma civil puede afectar el carácter sacramental del matrimonio religioso. El matrimonio es y será siempre un sacramento indisoluble, por lo que no es admisible el divorcio. Atentar contra la perpetuidad del matrimonio significa alejarse del orden natural dispuesto por el Creador en bien de sus hijos".
Los Obispos concluyen el mensaje pidiendo a los medios de comunicación "cuidar de difundir de manera clara, objetiva, responsable y verazmente los alcances de la norma en cuestión, especialmente en el caso de la publicación de fotografías y edición de videos". Por último, invocan a los fieles católicos a "tener siempre presente y aplicar en sus vidas el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo".