Cuanto más avanza la tramitación de la reforma de la ley del aborto propuesta por el gobierno socialista, más rechazo social provoca. Así lo revela la comparación de distintas encuestas realizadas en el último año por el Instituto Doxa para el diario La Vanguardia.
Hace un año, en septiembre de 2008, el 57% de los encuestados se mostraba a favor de reformar la ley y el 30% en contra. El pasado mayo, cuando se dio a conocer el proyecto incluyendo la posibilidad del aborto de menores de edad sin permiso paterno, las posiciones casi se equilibraron: un 47% a favor frente a un 46% en contra. Y el último sondeo, realizado a finales de septiembre, revela una ligera mayoría contraria a la reforma: un 46% se manifiesta en contra (totalmente, un 27%, y bastante un 19%) frente a un 44% a favor (21% totalmente y 23% en contra).
Las posturas de mayor rechazo a la reforma de la ley se dan entre los votantes del PP (78%) y los de UpyN (67%). Pero más significativo todavía es que lo rechazan uno de cada cuatro electores socialistas. Los electores del PNV han evolucionado desde una postura inicialmente favorable a otra mayoritariamente contraria. Entre los de CIU, la mitad se declara a favor de la reforma y solo uno de cada tres en contra. El apoyo más masivo se da entre los electores de los partidos más extremos, IU-ICV (90%) y Esquerra (100%).
Por grupos de edad, el apoyo a la reforma es mayoritario entre los jóvenes (60% a favor frente a 31% en contra), las posturas están muy equilibradas entre los de 25-64 años, mientras que casi el 70% de los mayores de 65 están en contra.
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