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miércoles, 24 de agosto de 2011

Selección no natural: elegir niños en vez de niñas, y las consecuencias de un mundo lleno de hombres - notifam.net


Parte I: Derribando mitos sobre el aborto selectivo en función del sexo
NUEVA YORK, 12 de agosto de 2011 (C-FAM) – Una noche, en 1978, un alumno del programa de obstetricia más prestigioso de Delhi acudió a su primer parto. Inmediatamente después, vio saltar, desde la habitación del hospital, un gato con una “cosa… empapada en sangre, destrozada” en la boca. Como si nada, los doctores y las enfermeras continuaron asistiendo más abortos que nacimientos, varios, a los seis o siete meses de embarazo. Cuando el estudiante finalmente preguntó a una enfermera por qué no se trataba con más cuidado al bebé abortado, ella respondió tajantemente: “Porque era una niña”.
Tales descripciones impregnan el primer libro de la periodista Mara Hvistendahl, titulado Unnatural Selection: Choosing Boys Over Girls and the Consequences of a World Full of Men (Selección no natural: elegir niños en vez de niñas, y las consecuencias de un mundo lleno de hombres).
Faltan más de 160 millones de mujeres sólo en Asia debido al aborto selectivo en función del sexo, número superior al de todas las mujeres que actualmente viven en Estados Unidos. La proporción de niños respecto de las niñas ha llegado a cifras aún más inconcebibles, y Hvistendahl busca comprender por qué.
Sus conclusiones se oponen a la opinión general. Comienza refutando la idea de que la selección en función del sexo es una cuestión de pobreza. Son los ricos (como los hospitales más prestigiosos de Delhi y su clientela) quienes inician la práctica, mientras que la población general, lamentablemente, sigue su ejemplo. El negocio boutique de la fertilización in vitro en Los Ángeles es el último episodio de esta crisis.
A pesar de lo que comúnmente se dice, la preferencia por los hijos varones, en sí, no es la principal causa. Más bien, el incremento del aborto y del control de la fertilidad en países con prácticas culturales diversas (desde Azerbaiyán hasta China) son el hilo conductor.
Hvistendahl recurre a la historia del control de la población de Matthew Connelly elaborada en 2008 para demostrar cómo los partidarios del control demográfico vieron beneficios múltiples en la selección del número de madres potenciales. En uno de sus ejemplos, rastrea esmeradamente el dinero, la tecnología médica y las ideas maltusianas llevadas desde occidente hacia la India, donde el Ejército y médicos de elite respaldados por el Gobierno las inculcaron al resto de los médicos de la nación. La Fundación Rockefeller, la Federación Internacional de Planificación de la Familia, el Population Council y, principalmente, la Fundación Ford, invirtieron en la propagación de la selección en función del sexo.
Aunque estas instituciones liberales tienen la mayor parte de la culpa, Hvistendahl también acusa a la clase dirigente de la República. William Draper, General del Ejército estadounidense, quien amerita un capítulo completo, consideró la diseminación del aborto como un modo de evitar que Japón y China resurgieran militarmente tras la Segunda Guerra Mundial. Draper vio que había muy poco tiempo para un “esfuerzo educacional sostenido” sobre planificación familiar y se dio cuenta de que el aborto era más práctico, de todas formas: era más fácil para los operarios detectar una mujer embarazada que una que esté considerando concebir. Draper luego fundó la Population Action International, organización internacional que promueve e investiga sobre el aborto.
La escasez de mujeres casaderas ha disminuido, no mejorado, la condición de la mujer: la compra de novias, con poco o sin consentimiento, abunda. Hvistendahl incluye desgarradoras entrevistas a muchachas secuestradas en sus primeros años de adolescencia y obligadas a mantener relaciones sexuales con diecisiete hombres por día, durante tres meses, para ser iniciadas en la prostitución.
El último mito que Hvistendahl derriba es el reclamo de las feministas, quienes dicen defender a las mujeres de tales abusos. Por el contrario, ella descubre una conspiración de silencio. El tema de la próxima edición de Friday Fax es el análisis minucioso que realiza la autora respecto del papel del Fondo de Población en esta crisis.

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