Se acaba de crear una agencia de seguridad alimentaria, pero la secretaria "humanitaria", Valerie Amos, prefiere más control poblacional.
Níger es el horror encarnado para un político antinatalista: en este país las mujeres tienen entre 7 y 8 hijos. Es el país con más hijos por mujer.
En octubre de 2004 el Gobierno de Níger denunciaba que el hambre podía afectar a tres millones y medio de personas. La crisis alimentaria sumaba la plaga de langostas, la sequía y una subida continua del precio del mijo y otros productos locales. Una vaca "bien cuidada" a estándares de Níger (de un centro agrónomo experimental, por ejemplo) da 2 litros de leche diarios, mientras que una vaca argentina puede dar 20 ó 30: la clave está en la alimentación escasa y poco nutritiva.
Después de varios años de crisis acumuladas, y de una movilización injternacional que ha ido mejorando, se acaba de anunciar que la ayuda extranjera cubre el 80 por ciento de las necesidades de Níger durante la crisis alimentaria de este año, según las autoridades del país africano.
Pero la ONU ha dejado caer que tiene sus condiciones: quiere que Níger tenga menos hijos.
La subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios y coordinadora de la Ayuda de Emergencia, Valerie Amos, dijo que la población de Níger, uno de los países más pobres del mundo, podría pasar de los 15 millones de habitantes que la integran actualmente hasta los 50 millones en 2050 si no se reduce el crecimiento actual, lo cual permitiría aliviar la presión sobre la cadena de suministro de alimentos.
Después de que los gobiernos anteriores quitaran importancia a otras crisis que ha habido, la Junta militar que gobierna actualmente pidió comida valorada en cientos de millones de dólares para alimentar a la mitad de la población cuando vio que la sequía había castigado a la agricultura y la ganadería.
El coronel Abdul Karim Gukoye, portavoz de la Junta, que tomó el poder el pasado febrero mediante un golpe de Estado, dijo este domingo que durante la crisis alimentaria "las necesidades de ayuda se cubrieron en un 80 por ciento gracias a los esfuerzos de la comunidad internacional y el Gobierno".
Las organizaciones de ayuda humanitaria concluyeron que Níger necesitaba una ayuda valorada en 358 millones de dólares, de los cuales se han aportado unos 254, según los datos de la ONU.
Amos, que visitó Níger la semana pasada, advirtió este fin de semana de que el crecimiento de la población está sobrepasando por un amplio margen al crecimiento de la producción de alimentos. "Hay crisis alimentarias recurrentes, pero también hay un gran crecimiento demográfico, y se podría pasar de los 15 millones (de habitantes) a unos 50 millones en 2050", predijo.
"No creo que la producción agrícola de Níger, que ya es vulnerable al cambio climático, pueda sostenerlo (el crecimiento demográfico), y por eso necesitamos, entre otras cosas, mejores políticas de planificación familiar", explicó.
Según los expertos, el desierto del Sáhara se está extendiendo hacia el sur a un ritmo de diez kilómetros por año, eliminando así zonas que podrían aprovecharse para el cultivo.
Goukoye destacó que la recién creada agencia de seguridad alimentaria de Níger, HASA, desarrollará políticas a corto, medio y largo plazo para mejorar la situación, como la promoción los cultivos de alto valor y de la irrigación.
Muchos expertos y demógrafos prefieren incidir en que lo que necesita Níger no es tanto "control poblacional" como alfabetización femenina, mejor tecnología alimentaria y, en general, desarrollo educativo y tecnológico. Lo contrario, intentar difundir una cultura antinatalista en el corazón de África, donde los valores ddel Islam y el África negra se unen en apreciar a los hijos como la mayor riqueza, no tendría más sentido que el de una colonización cultural o un colonialismo poblacional.
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