El 25 de septiembre Monseñor Samuel Aquila, obispo de Fargo (Dakota del Norte), encabezó una procesión con el Santísimo Sacramento hacia la clínica abortista de la ciudad, seguido por más de 800 fieles. Llegado al lugar, monseñor Aquila y “regó” con agua bendita las paredes del establecimiento, a pesar de los insultos de un grupo. Terminado el acto, el obispo y los fieles regresaron a la catedral rezando el Rosario.
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