Por Juanjo Romero
Cuanto más avanza la ciencia más apoya las posturas provida. El Daily Mail trae un interesante descubrimiento: la sonrisa de un feto de 17 semanas, el niño puede sentir felicidad y dolor mucho antes de lo que se pensaba, la semana 24. en la que comienzan las conexiones cerebrales. Ese es el plazo que fija el Reino Unido como límite legal para el aborto.
La secuencia fue tomada por el profesor Stuart Campbell en su clínica de Londres con los modernos equipos de 3-D y de exploración 4-D:
Es una expresión de alegría de la humanidad del feto. Había visto antes llorar a uno en torno a las 18-19 semanas, pero no una sonrisa de alegría.
Es el registro más temprano de la felicidad.
Ha sido conocerse la noticia y ya han empezado las peticiones para revisar la fecha límite del aborto. Y las excusas de mal pagador de abortistas poniendo en cuestión la naturaleza del descubrimiento, no vaya a ser que a la gente encima le de pena.
Las técnicas modernas de ecografías y exploración están salvando muchas vidas de sus propias madres, hasta el punto que los abortistas las consideran «armas de salvación» masiva e intentan que no figuren en los protocolos de los proceso de homicidio por aborto. El éxito en numerosos estados de USA, en los que las leyes estatales lo exigen, hace temblar al negocio de la muerte. Es lo único que pueden hacer para restringir la ley federal, pero algo es algo.
No hay más que ver las reacciones suscitadas contra la Comunidad Valenciana, que con un procedimiento similar quiere que en el pack informativo se muestren imágenes a las madres.
No es la panacea pero ayuda a reconciliarse con una parte de la humanidad, al menos aminora ese gran escándalo que veía Julián Marías en la aceptación social del aborto, una aceptación que se empieza a resquebrajar. Es difícil explicarle a la madre que esa sonrisa será apagada quemándola con sal, o que se le engañará a su hijo haciéndole creer que ya es la hora, y antes de que exhale el primer aliento se le cortará la cabeza; no puede dejársele respirar, porque entonces legalmente ya es «otra cosa».
Y del mismo modo que los avances científicos sobre el origen de la vida, que incontestablemente determinan que la vida humana comienza en la concepción, han cambiado mentalidades; la posibilidad de mostrar esa vida podrá cambiar corazones. Es también una bonita batalla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario