Por Jorge Enrique Mújica, LC
«Siempre más de 400 donantes de semen en depósito, libre de cuarentena, dispuestos para entrega. El semen es de alta calidad, testado y seleccionado». Lo anterior es parte del portal de ingreso de la principal red de bancos de esperma a nivel mundial, Cryos Denmark.
De acuerdo a los datos de la revista italiana Si alla vita (cf. n. 11, noviembre de 2002, página 12), es esta misma multinacional la que en 2002 anunciaba costos en los productos como los siguientes: «Botella de medio litro de líquido espermático seguro y garantizado por € 229,73; un cuarto € 128,38; 50 mililitros € 39,86; botella de líquido espermático filtrado € 452,70; contenedor de líquido listo para usarse de 250 ml € 472,07».
Ciertamente no es la única empresa que se dedica a este tipo de actividades u otras cercanas como la subrogación gestacional, la fecundación artificial de lesbianas y no lesbianas o la búsqueda de donantes de óvulos; están, por ejemplo, hellobaby.com, babycenter.com, concibe.com, insemina.com o creatingfamilies.com.
Después del éxito de Blood Money, el documental que evidenció el lucrativo negocio que supone la industria del aborto, llega Eggsploitation. Se trata de un largometraje preparado por The Center for Bioethics and Culture, de Estados Unidos, un proyecto que pretende iluminar cuestiones de bioética que afectan a la cultura actual, especialmente a los más débiles.
Eggsploitation evidencia lo que está detrás de la industria multimillonaria de la infertilidad en Estados Unidos: la explotación de mujeres jóvenes a las que se llega a «ofrecer» hasta 100 mil dólares por sus óvulos. Utilización que olvida los peligros que supone, a corto y largo plazo, para la salud de la «donante». Sin olvidar –aunque el documental no lo trate– la consideración de la vida humana como un objeto de consumo.
Valiéndose de testimonios de protagonistas cuya existencia quedó marcada para siempre tras una donación, el largometraje, que apareció el pasado mes de agosto de 2010 en Estados Unidos, se centra también en quiénes son las chicas que buscan las clínicas de donantes de óvulos, cómo se les trata y otras interrogantes.
Sobre Eggsploitation (http://www.eggsploitation.com/) ha dicho la presidente de una asociación feminista en Nueva York, Kelly Vincent-Brunacini, «es un documental revelador y atractivo que ofrece al espectador una mirada íntima a la raíz de la industria de la infertilidad. Se reunirán a las mujeres cuyas vidas fueron cambiadas para siempre después de someterse al procedimiento de donación de óvulos. Su inquietante y desgarradoras historias advierten a todas las mujeres que estén pensando en la donación de óvulos para el fin de la fecundación in vitro o la investigación de células madre embrionarias. Deben ver la película los investigadores, médicos, profesores, estudiantes universitarios y las feministas».
En el tráiler resaltan los testimonios sobre los que se apoya el documental, lo que le da un valor añadido. Conviene subrayar que este largometraje preparado para cine no se centra en el valor de la vida humana gestada o en la eticidad de los medios artificiales para lograrla, desligándola del acto marital; se enfoca en la utilización de mujeres jóvenes. Sin embargo, como aproximación moralizadora, la temática central lleva necesariamente a lo otro.
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