El asesino de un médico abortista de Kansas fue sentenciado el jueves a cadena perpetua y no podrá tener libertad condicional durante 50 años, lo máximo permitido por la ley. Scott Roeder, de 52 años, se enfrentaba a la pena de cadena perpetua obligatoria por matar a tiros al doctor George Tiller en mayo del 2009 atrás de la iglesia en Wichita a la que solía ir el médico. Tiller era uno de los pocos obstetras de Estados Unidos que realizaba abortos de embarazos avanzados. El juez Warren Wilbert, del condado de Sedgwick, podía haber determinado que Roeder fuera elegible para libertad condicional después de 25 ó 50 años en prisión, pero le dio la sentencia más dura porque, según dijo, la evidencia mostraba que Roeder acechó a Tiller antes de matarlo.
(Agencias/InfoCatólica) Wilbert también sentenció a Roeder a cumplir un año adicional en prisión por cada uno de dos cargos de agresión agravada por amenazar durante el altercado a dos acomodadores de la iglesia. Ellos significa que, considerando una posible reducción de sentencia por buena conducta, Roeder no podrá ser considerado para obtener libertad condicional durante 51 años y ocho meses.
Durante el juicio, Roeder testificó que mató a Tiller para salvar a niños no nacidos.
En una declaración en la corte, el jueves, Roeder culpó por la muerte de Tiller principalmente al estado por no declarar ilegal el aborto.
“Lo detuve para que no pudiera desmembrar otro bebé inocente. Wichita es un lugar mucho más seguro para los bebés no nacidos sin George Tiller“, agregó Roeder.
Roeder también aprovechó para describir detalladamente los procedimientos de aborto, lo cual se le había prohibido durante el juicio. El aborto es legal en Kansas, y los fiscales intentaron de que el caso no se convirtiera en un juicio sobre aborto.
Roeder interrumpió al juez Wilbert en varias ocasiones mientras emitía la sentencia.
Cuando Wilbert leyó de una decisión previa de la corte diciendo que permitir la existencia de vigilantes civiles que pasen por alto la ley sería promover el caos, Roeder respondió que “el asesinato de bebés es anarquía y caos“.
Mientras era retirado de la corte esposado después de la sentencia, Roeder gritó: “Sangre de bebés inocentes en sus manos“.
Roeder leyó un largo comunicado que incluía detalles sobre procedimientos de aborto. Llevaba 40 minutos hablando y estaba por atacar públicamente a la fiscal de distrito Nola Foulston cuando Wilbert lo interrumpió.
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