“No estamos adscritos a ninguna Iglesia, somos la propia Iglesia”, afirma la pareja de lesbianas que ha venido a fundar la denominada Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM), que casa 600 homosexuales al año en todo el mundo.La Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM) se presentará en España en octubre. Se hacen llamar Iglesia gay pero es una secta que proviene de un potente grupo que se define cristiano y que es originario de Estados Unidos.
La ICM es, prácticamente, una religión a la carta: acepta de buen grado a los gays, las lesbianas y los transexuales; celebra matrimonios entre ellos; y, además, tiene entre sus líderes pastores homosexuales que también pueden casarse si es su deseo.
El plato fuerte de esta organización (y lo que le reporta económicamente más ingresos) son los matrimonios que ofician, más de 600 parejas homosexuales de todo el mundo contraen matrimonio bajo la ICM.
Se insieren en el grupo de las iglesias protestantes autodenominadas “inclusivas”, porque “no excluyen a nadie ni obligan a cumplir determinados preceptos”, por ello hacen un “culto abierto” en el que cada uno desarrolla su propia espiritualidad desde “la tolerancia”.
Al menos es lo que manifestaron a el diario El Mundo Raquel Benítez (43 años) y Carmen Llanos (37 años), casadas en Toronto por la ICM y que han aterrizado en España con el objetivo de fundar la Comunidad Metropolitana en España.
“Somos la propia Iglesia”
Esta organización se desvincula de otras corrientes: “no estamos adscritos a ninguna Iglesia, somos la propia Iglesia”. Y añaden que “en muchos lugares se nos conocen como Iglesia gay porque tres cuartas partes de sus miembros son homosexuales, pero no somos una Iglesia exclusiva para homosexuales”.
El objetivo, según las promotoras de la organización, es “dar un servicio espiritual a las personas que tengan necesidad” y, entre otras actividades, desarrollan talleres para que los homosexuales no se sientan culpables de serlo. Además, ofrecen seminarios para ayudar a hombres y mujeres a salir del armario y dan respaldo económico y social a jóvenes que supuestamente sufren marginación en las aulas por su condición sexual.
“Estamos reconocidos internacionalmente –explican- como Iglesia en los 28 países del mundo en donde estamos presentes, así como por el Consejo Mundial de Iglesias”.
En España están pendientes de que el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia les dé el visto bueno para inscribirse en el Registro de Entidades Religiosas, donde está otra controvertida secta, la Iglesia de la Cienciología.
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