Por Susan Yoshihara, Ph.D.
NUEVA YORK, 21 de enero 2011 (C-FAM) – ¿Un nuevo fondo de 40 mil millones de dólares para la salud materno-infantil incluirá el aborto? Una comisión de la ONU dada a conocer recientemente lo decidirá.
Se supone que el nuevo comité debe «transparentar» los fondos asignados para la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer y el Niño propuesta por el Secretario General de la ONU, que fue anunciada el pasado mes de septiembre durante una cumbre de las Naciones Unidas.
Entre las principales metas de la estrategia para 2015 se encuentra la de ‘evitar 33 millones de embarazos no deseados’, cifra cuestionable que incluye embarazos no planificados pero deseados y aquellos que pueden no haber sido planificados, pero que más tarde fueron deseados.
La comisión surge al término de un año de lucha por incluir el aborto en el programa de las principales conferencias de donantes internacionales, entre las que se encuentran las cumbres del G-20 y de las Metas de Desarrollo del Milenio. Los militantes pro-abortistas encontraron resistencia cuando el primer ministro canadiense Stephen Harper, anfitrión de la cumbre del G-20, bloqueó los intentos de insertar la agenda abortista, a pesar de las críticas públicas de la secretaria de Estado Hillary Clinton.
Harper fue nombrado copresidente del nuevo comité de rendición de cuentas.
No obstante, también fueron nombrados militantes abortistas de primera línea, como el presidente de la organización Women Deliver, Jill Sheffield. Esta organización fue anfitriona de dos conferencias respaldadas por la ONU en 2007 y en 2007, cuyo objetivo fue asegurar que se incluyera el aborto en toda definición de la salud materno-infantil.
Se encargó a Family Care International, organización pro-abortista, el trabajo de captación de apoyo y de los números de la comisión de manera muy destacada en el nuevo sitio web que anuncia su lanzamiento. Sheffield fue presidente de Family Care antes de asumir su cargo en Women Deliver.
Entre los miembros de la comisión también se encuentran dos miembros de la ONU de alto nivel que respaldaban la agenda de Women Deliver: Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, y Asha Rose Migiro, secretaria general adjunta.
Richard Horton, editor de una revista médica que se opuso a la presión de los activistas a favor del aborto y publicó un estudio independiente sobre salud materna el año pasado, es director de uno de los dos grupos de trabajo. Dicha publicación hizo pasar vergüenza a los especialistas de la ONU en salud materna al exponer años de aplicación de métodos de investigación pobres en la ONU e información deficiente que fue utilizada para promover la agenda abortista. Horton ha manifestado su apoyo al aborto cuando está involucrada la salud materna, por lo que no se sabe con certeza si apoyará su promoción como parte de la millonaria estrategia.
El poder de la comisión estriba en su mandato de seguir la pista del flujo de fondos mediante la creación de indicadores y estándares de medición con los que las naciones deben cumplir.
En el pasado, tales metas fueron consideradas como influencias para promover el aborto en países donde se encuentra muy restringido, como, por ejemplo, el polémico programa africano de salud materno-infantil respaldado por la ONU. El Plan de Acción de Maputo indica a los Estados que deben ‘aprobar políticas y marcos legales’ sobre el aborto, ‘capacitar a los proveedores de servicios para ofrecer abortos seguros e integrales’, ‘proveer servicios de aborto seguros conforme a lo permitido por la ley’ e ‘informar a las comunidades sobre los servicios de aborto seguro disponibles’.
La comisión cuenta con poco tiempo para publicar su plan de acción, ya que el plazo para los ODM vence en 2015. Se espera su informe para mayo.
Otros de los miembros de este comité son el copresidente Jakaya Kikwete, presidente de Tanzania, el jefe de la Agencia Estadoundense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), Rajiv Shah, y representantes del Banco Mundial, de la Fundación Bill y Melinda Gates, de la Fundación Novartis para el Desarrollo Sustentable y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (en inglés, OECD).
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