Por Mónica del Río
HOMOMONIO EN EL SENADO: 6º REUNIÓN DE
COMISIÓN
Se realizó esta mañana la sexta reunión de la Comisión de Legislación
General del Senado que tiene en estudio el Proyecto de ley en revisión que intenta legalizar el
seudo-matrimonio homosexual (Vid Notivida Nº 690, 697, 698, 704 y 707).
Los oradores
Eduardo
Sambrizzi, Vicepresidente de la
Corporación de Abogados Católicos: explicó que prohibir el matrimonio a
homosexuales no constituye discriminación, a nadie se le impide casarse por su
“orientación sexual”, las limitaciones (no se pueden casar dos hermanos, más de
dos personas…) son las mismas para heterosexuales y homosexuales, no hay
“discriminaciones ni injustas, ni arbitrarias”. Tampoco violaría el “principio
de igualdad ante la ley” (no son iguales las circunstancias). Cuando se refirió
al argumento del lobby gay de que hay cientos de parejas homosexuales en las que
uno de ellos ya adoptó a un niño y esperan la ley para que el otro también pueda
adoptarlo sostuvo que “no se requiere ser muy perspicaz para concluir en la
posibilidad cierta de que se haya omitido informar al juez, al requerir la
adopción por una sola persona, sobre la situación de convivencia que tenía con
alguien de su mismo sexo”.
Mauricio
Mizrahi, Juez de la Cámara Civil -
Sala B: “nuestro sistema constitucional descansa en la tolerancia”, “las uniones
homosexuales no deben quedar excluidas de los beneficios sociales mientras no
perjudiquen a un tercero” y esto es lo que ocurre, según Mizrahi, en el caso de
adopción. “Las uniones homosexuales y heterosexuales son distintas” y no deben
ser tuteladas con la misma figura jurídica. Reclamó una figura alternativa que
no contemple la adopción para los homosexuales. “Los niños tienen derecho a un
proceso unitario de procreación, gestación y parto; a tener una sola madre y un
solo padre” y a no ser privados de ninguno de los dos. “En la fecundación
artificial de homosexuales –a sabiendas- se está produciendo un huérfano,
distinto es el caso de la adopción donde el niño ya existe y se busca solución”.
Alberto
Solanet, Presidente de la Asociación de Abogados por
la Justicia y la Concordia: fue al meollo del tema, habló de la naturaleza del
matrimonio y enfatizó que “las relaciones
entre homosexuales son intrínsecamente desordenadas” y, como tal, “no pueden
generar derechos ni tener protección legal”. Desenmascaró el “uso abusivo de la
palabra discriminación” y afirmó que el proyecto “no evita la discriminación”,
“oculta la realidad de las cosas para fingir que es igual lo que es diferente”.
Destacó que la modificación de la ley antidiscriminatoria para incluir
“género y orientación sexual” y la modificación del Código Penal conexa, que
estudia la cámara baja es “una provocación ideológica, impulsada por la militancia homosexual”. Denunció un plan para destruir a
la familia” plasmado en el “Plan Nacional contra la Discriminación” aprobado por
decreto del ex presidente Kirchner. Exhortó finalmente a los senadores a no
tener temor y a no dejarse extorsionar, “las presiones políticas o
económicas no pueden alterar el mandato de sus conciencias”, remató.
Claudio
Grosso, abogado (UCA), autor de
diversas publicaciones sobre el régimen del matrimonio: describió las
características y fines del matrimonio “una noción pre-jurídica”. Diferenció
homogamia y matrimonio. Probó que “el proyecto se basa en argumentos aparentes o
falsos”, cuestiones subjetivas que “no
pueden ser el punto de apoyo para ley jurídica”. “El derecho no trata cuestiones
tales como el afecto o el amor en el matrimonio civil, y mucho menos trata sobre
la orientación sexual de los ciudadanos”, afirmó. Mostró que el proyecto
discrimina injustamente otras formas de convivencia (concubinato, congregaciones
religiosas, comunidades terapéuticas…) y a la mujer y al niño. Evidenció las
diferencias entre una pareja homosexual y una heterosexual que por edad o por
enfermedad no puede procrear; y entre una “familia monoparental” y una
“bipersonal del mismo sexo”. Destacó finalmente que si el proyecto se sanciona
sería una ley “claramente inconstitucional”, “viciada e inválida” que provocaría
un “desorden institucional”.
Miguel Haslop, presidente de la Asociación de
Jóvenes Abogados Católicos: Mencionó tratados internacionales y jurisprudencia.
Aseguró que el inconstitucional proyecto además del régimen del matrimonio,
afectaría gravemente los regímenes de filiación, parentesco, nombre, adopción,
sucesión y seguridad social. Dio respuesta a los reclamos del lobby gay y reveló
sus verdaderas intenciones citando las palabras de uno de sus activistas, el
escritor Michael Signorile: “Luchar por el
matrimonio del mismo sexo y sus beneficios y entonces, una vez garantizado,
redefinir la institución del matrimonio completamente, pedir el derecho de
casarse no como una forma de adherirse a los códigos morales de la sociedad sino
de desbancar un mito y alterar radicalmente una institución arcaica. La acción
más subversiva que pueden emprender los gays y lesbianas es transformar por
completo la noción de familia” (Crisis
Magazine, 8/01/2004).
Francisco
Roggero, Colegio de Abogados de la
CABA: se refirió a adopción un tema que involucra a un “menor indefenso”. “La
adopción imita a la naturaleza”, aseguró, y “pone de relieve sus alcances (lo
que la naturaleza permite) y sus límites (lo que la naturaleza impide). Cuando
el vínculo es “biológico el derecho lo reconoce”, en el “adoptivo el derecho lo
crea”, esa creación debe “imitar la naturaleza” de forma tal de “proteger el
interés del menor”, que es la clave del sistema de adopción, “la adopción no
satisface deseos” de los adultos. No hay “fraternofobia” cuando no se le da la
adopción conjunta a dos hermanos. Citó finalmente estudios científicos que
muestran que las parejas homosexuales son más inestables, más promiscuas y
remató preguntando ¿podemos entregar menores en adopción a parejas homosexuales
sin ninguna duda razonable acerca de si es bueno para los chicos o puede
hacerles daño?
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