Otro inocente asesinado en democracia, sin nombre ni tumba
Anoche, alrededor de las 21 hs, en el hospital Ramón Castillo de Santiago del Estero, se practicó el aborto a una joven discapacitada y anémica, embarazada tras una violación. El aborto fue solicitado por una hermana de 28 años, a la que la juez Mónica Bravo Mayuli designó como representante legal de la joven.
El cadáver del niño por nacer –de 4 meses de gestación- fue entregado al Jefe del Cuerpo Forense para extraer muestras de ADN.
En declaraciones efectuadas a Radio Panorama el Dr. Martín Costas, jefe del servicio de maternidad, consideró que las ongs abortistas “que tienen médicos que participan en congresos y jornadas a favor del aborto; deberían ser los efectores del procedimiento” pero “llegado el momento –afirmó Costas- dan un paso al costado y dejan al cuerpo médico de la maternidad -con médicos con distintas convicciones morales y religiosas- que asuma la situación”.
Un abogado santiagueño, el Dr. Luciano Paván, se había ofrecido a hacerse cargo de la criatura, más allá de las condiciones de salud –físicas o mentales- con las que naciera. Pero, como ocurrió en situaciones similares, con obsesión por matar se desoyeron los ofrecimientos tendientes a salvar la vida del bebé.
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