El Administrador Apostólico de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, hace un certero llamado a todos los católicos a defender la vida, el matrimonio y la familia; y la libertad religiosa y de conciencia; en su última carta semanal titulada "Tres derechos naturales".En la misiva, el Purpurado precisa que "promover la dignidad humana hoy presenta tres líneas maestras, tres derechos naturales fundamentales que todos tenemos el deber de respetar y promover: defender la vida, reconocer la libertad religiosa y de conciencia, y defender el matrimonio y la familia".
"La afirmación de la dignidad humana implica la afirmación del inviolable derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural", continúa.
Por ello, explica, "el derecho absoluto a la vida nos recuerda que cada persona es única e irrepetible, y su sola presencia, bien sea sana o enferma, fuerte o debilitada, poderosa o humilde, enriquece a los demás. Ni el Estado ni ningún ser humano tienen en su mano tasar la dignidad de los seres humanos, ni decretar que su vida puede ser suprimida de modo legítimo".
Tras explicar que la dimensión religiosa de todo hombre remite claramente a su esencia más profunda, el Cardenal precisa que "todo pueblo que quiera asegurar verdaderamente el bien de la persona y de la sociedad debe reconocer de modo efectivo el derecho a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa, plenamente consciente de que se trata de uno de los bienes más elevados de la vida pública".
"También en el actual contexto cultural –prosigue– adquiere especial urgencia el compromiso de defender el matrimonio y la familia. Para ello es necesario tener claro el valor único e insustituible de estas realidades, en orden al auténtico desarrollo de la convivencia humana".
Al concluir su carta, el Purpurado anima a "todos los fieles, y a toda persona de buena voluntad a ejercer en beneficio de la sociedad estos tres derechos naturales que sirven para construir un mundo mejor".
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