MADRID, jueves 19 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- Los obispos españoles mostraron este jueves su "absoluto rechazo" a la nueva ley del aborto que quiere aprobar el Gobierno, según declaró hoy monseñor Juan Antonio Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal, al término de la reunión de la Comisión Permanente que ha tenido lugar esta semana.
Monseñor Martínez Camino añadió que "el aborto provocado es un crimen y un detestable acto de violencia que elimina la vida de un ser humano", citando una pastoral sobre el aborto que aprobó la Asamblea Plenaria de la CEE en abril de 2001, y que será próximamente enviada a todas las diócesis del país.
Por otro lado, los obispos españoles insisten en que la polémica asignatura "Educación para la Ciudadanía", sobre la que han manifestado su rechazo en otras ocasiones, invade "el campo de formación de la conciencia", y por tanto se reafirman en su postura.
Según una nota hecha pública hoy, la resolución negativa de cuatro recursos de padres objetores por parte del Tribunal Supremo coincidió con la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal.
"A la espera de que las sentencias puedan ser estudiadas y analizadas en profundidad y de una eventual declaración sobre ellas, los obispos recuerdan que los criterios fundamentales establecidos en las declaraciones de la Comisión Permanente, de febrero y junio de 2007, siguen plenamente vigentes", aclara la nota.
Según los obispos, con la polémica asignatura, "tal como está planteada en los Reales Decretos- el Estado se arroga un papel de educador moral que no es propio de un Estado democrático de Derecho".
"Hablamos de esta Educación para la Ciudadanía. Otra diferente, que no hubiera invadido el campo de la formación de la conciencia y se hubiera atenido, por ejemplo, a la explicación del ordenamiento constitucional y de las declaraciones universales de los derechos humanos, hubiera sido aceptable e incluso, tal vez, deseable", añade la nota.
Proteger el domingo
Por otra parte, los obispos españoles han mostrado su apoyo a la petición de la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), de que no desaparezca el domingo como día festivo, según una iniciativa presentada en el Parlamento Europeo.
Los prelados piden que se "proteja el domingo como día de descanso semanal en la futura legislación nacional y comunitaria relativa al calendario laboral", y recuerdan que "los domingos, no laborables, constituyen un pilar esencial del modelo social europeo y forman parte del patrimonio cultural comunitario".
"España y Europa no son comprensibles sin el domingo", añaden, remitiéndose a la Instrucción Pastoral Orientaciones morales ante la situación actual de España (noviembre 2006).
Dolor por la muerte de inmigrantes
Además, los prelados españoles mostraron su pesar por la muerte de 25 inmigrantes clandestinos, la mayor parte niños, al volcarse el cayuco en que viajaban ante la costa de Lanzarote (Canarias).
En este sentido, expresaron su deseo de que "se preste un apoyo más eficaz al desarrollo en los países de origen para que se eviten estas salidas desesperadas, y de que, en los países de destino, se respeten siempre los derechos, que todo inmigrante posee, basados en la dignidad de la persona humana".
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