Lauren Funk y Samantha Singson
NUEVA YORK, 16 de diciembre 2010 (C-FAM) – Estados Unidos celebró el Día de los Derechos Humanos declarando su intención de reinsertar la «orientación sexual» en una resolución de la Asamblea General, a pesar de que la mayoría de los países votó en contra de ello semanas atrás.
Aunque es inusual que la Asamblea General reabra una resolución una vez aprobada en un comité, la embajadora estadounidense Susan Rice dijo en un panel de las Naciones Unidas: «No hemos terminado aún». Animó a las naciones a brindar apoyo a los Estados Unidos en la lucha por restituir la referencia a la orientación sexual al sostener: «Nos proponemos ganar esta batalla».
Según trascendió, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, modificó su agenda para reunirse con Rice y presentarse en el panel. El Secretario demandó la despenalización de la homosexualidad en todo el mundo y el fin de la discriminación jurídica fundada en la orientación sexual en la comunidad internacional.
Independientemente de si Estados Unidos logra establecer una alianza con el propósito de reinsertar este lenguaje en la resolución, es poco probable que el país someta a votación la resolución enmendada (se abstuvo de hacerlo durante los diez últimos diez años a causa de los términos relativos al conflicto armado).
Preocupa a las delegaciones que el esfuerzo por insertar la «orientación sexual» en la resolución tenga motivos ulteriores. Además, advirtieron la hipocresía de los Estados Unidos, que impulsan la controvertida enmienda de una resolución que quizá ni siquiera someta a votación.
Cuando se deliberó sobre la resolución por primera vez en noviembre, los países objetaron la inclusión del «polémico e indefinido término» de la orientación sexual en la resolución sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias.
El bloque de países islámicos dijo estar «seriamente preocupado por el intento de introducir una noción tan controvertida e indefinida en el texto». Asimismo, observó con inquietud el «intento de crear nuevos derechos que no fueron discutidos ni acordados».
Un representante del grupo africano incluso llegó a advertir: «si la comunidad internacional desea abordar la identidad o la orientación sexual, entonces, hágalo; no utilice una resolución tan importante como vehículo de una polémica agenda».
El moderador belga parecía tener esta declaración africana en mente cuando defendió la reinserción durante la reunión celebrada el viernes, al objetar que no estaban haciendo lobby por el reconocimiento de nuevos derechos ni impulsando una «agenda liberal para imponer tales valores al resto de la ONU».
Bélgica, más aún, sostuvo que no era importante si la orientación sexual o la identidad de género están definidas claramente en el derecho internacional, sino que la referencia meramente intentaba brindar protección especial a ese grupo.
La delegación de Surinam indicó que hay otros grupos que necesitan protección y atención especial, que no cuentan con un lobby tan fuerte que los respalde. «Nosotros, los de la ONU, no podemos olvidarlos», recordó a la asamblea el viernes.
Argentina, Bélgica, Brasil, Croacia, Francia, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega y la Unión Europea se unieron a los Estados Unidos para patrocinar el panel. Se espera que la votación sobre la enmienda norteamericana tenga lugar el próximo lunes en la Asamblea General.
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