«Sería penoso que demos ese paso en falso, ese paso hacia atrás, cuando hasta la ciencia misma reconoce la condición personal del embrión humano. Sería terrible que la Argentina, desconociendo eso, establezca bajo el relativo eufemismo de despenalización del aborto la condena a muerte de muchos niños por las circunstancias particulares en las cuales han sido concebidos», aseveró el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer.
(Aica/InfoCatólica) El prelado advirtió, en su reflexión semanal por televisión, que “la intención de los lobbies abortistas apuntan a mucho más, ya que presenta ese atentado contra la vida naciente como un derecho de la mujer que se debe reclamar y reconocer”.
“La Iglesia está salvaguardando un valor fundamental de humanidad que es el respeto a la vida y a su dignidad incomparable desde el instante mismo de la concepción. Un valor natural, sostenido y afirmado por la ciencia, pero fortalecido por la fe, robustecido por la teología, por la luz resplandeciente del misterio de la Encarnación”, subrayó.
Apela a las palabras del Papa
El arzobispo platense destacó que el papa Benedicto XVI haya apelado a un argumento científico para referirse a este tema en la homilía de la vigilia por la vida, que abrió el tiempo litúrgico del Adviento, y leyó textualmente uno de los párrafos:
“Existen tendencias culturales que procuran anestesiar las conciencias con motivaciones que son más bien pretextos. Respecto al embrión en el seno materno la ciencia misma pone en evidencia su autonomía, su capacidad de interacción con la madre, la coordinación de los procesos biológicos, la continuidad del desarrollo, la creciente complejidad del organismo. No se trata de un cúmulo de material biológico sino de un nuevo ser viviente, dinámico y maravillosamente ordenado, un nuevo individuo de la especie humana. Así ha sido Jesucristo en el seno de María, con un antiguo autor cristiano, Tertuliano, podemos afirmar: `ya es un hombre aquel que llegará a serlo´. No hay ninguna razón para no considerarlo persona desde la concepción como cada uno de nosotros en el seno de su madre”.
Monseñor Aguer consideró “importante que en este tiempo de Adviento, en la preparación de la próxima Navidad y en la misma celebración de esta hermosa fiesta, recojamos la vinculación que el Santo Padre nos sugiere entre el origen de toda vida humana y la Encarnación del Verbo que comenzó a hacerse hombre en el seno de María, se desarrolló en él durante nueve meses y nació virginalmente para ser nuestro Salvador. Él fue un ‘nascituro’, un niño por nacer”.
“Para nosotros, argentinos, es particularmente importante esta referencia en este tiempo cuando la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación ha comenzado, a modo de audiencias públicas, a discutir la problemática del aborto y los proyectos que amenazan convertirse en ley”, concluyó.
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