La “armonización transfronteriza” significa que “los Estados miembros estarían obligados a reconocer las uniones del mismo sexo al mismo nivel que el matrimonio aunque no exista tal reconocimiento en el respectivo sistema legal del país”, denuncia Dignity Wach.
El Parlamento Europeo votó este domingo, 28 de noviembre, a favor de un informe que tiene como objetivoimponer el ‘gaymonio’ a los Ventisiete, es decir, obligar a los Estados miembros a reconocer legalmente el ‘matrimonio’ entre personas del mismo sexo.
Con esta votación, el Parlamento de la UE obliga a sostener legalmente los “efectos de los documentos que hacen referencia al estatus civil” de otro Estado de la Unión Europea, que podrá impondrá el requisito de reconocer el ‘matrimonio’ homosexual, las uniones civiles u otras disposiciones similares.
El llamado ‘informe Berlinger’, por el eurodiputado italiano de la izquierda que lo presentó, “además de las demandas razonables” que hace, “podría implicar” el reconocimiento del matrimonio del mismo sexo a lo largo de la Unión Europea, ingresado “por la puerta trasera y mediante una grave extralimitación del principio de subsidiariedad”, denuncia el grupo pro-familiaEuropean Dignity Watch (Observatorio de la Dignidad Europea).
“Armonización transfronteriza”
Según informa Notifam, EDW (por sus siglas en inglés) aclara que la Sección 40 del informe “podría significar que los Estados miembros estarían obligados a reconocer indirectamente las uniones del mismo sexo al mismo nivel que el matrimonio, aunque no exista tal reconocimiento en el respectivo sistema legal del país”.
La consecuencia lógica de esta decisión “sería un incontrolable ‘turismo matrimonial’ a los países que reconocen el ‘matrimonio del mismo sexo’” como Bélgica, España, Portugal y Suiza, “o inclusive reconocen los ‘matrimonios’ polígamos… tal como ocurre en los Países Bajos”, añadió Dignity Watch.
Uno de los temas más útiles introducidos como cuña por el homosexualismo político y sus grupos de presión en la Unión Europea ha sido la imposición del concepto de “armonización transfronteriza”, según el cual los Estados miembros deben reconocer leyes, incluyendo las que se refieren al estatus marital de los ciudadanos, en la totalidad de los 27 Estados.
Esto, combinado con la libertad legal de todos los ciudadanos de la Unión Europea de vivir en cualquiera de los Estados que ellos elijan, es la base de los argumentos elaborados por los influyentes grupos de presión homosexuales como la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays [International Gay and Lesbian Association (ILGA)].
Violación del principio de subsidiaridad
EDW dice que “si el informe es aprobado tal como está redactado, violaría gravemente el principio de subsidiariedad, un principio fundacional clave de la Unión Europea”.
“Hay un riesgo obvio de debilitar la soberanía de los Estados miembros en las leyes de familia y especialmente la definición de matrimonio en su propio país a través de la modificación de la definición del matrimonio, expresada en la ley sobre familia –que es competencia exclusiva de los Estados miembros–, reemplazándola por el Derecho procesal”.
La Sección 40 menciona el derecho de los ciudadanos al “libre desplazamiento” a lo largo de la Unión Europea y “respalda firmemente los planes para permitir el reconocimiento mutuo de los efectos de los documentos referidos al estatus civil”. Reclama “ulteriores esfuerzos para reducir las barreras que impiden a los ciudadanos ejercer sus derechos de libre desplazamiento, particularmente en relación con el acceso a los beneficios sociales a los que ellos tienen derecho y su derecho de votar en las elecciones municipales”.
En varias jurisdicciones a lo largo del mundo, los grupos de presión homosexuales han adoptado con éxito la táctica de manipular los tribunales para establecer el ‘matrimonio gay’ o las uniones civiles homosexuales. En varios casos, los activistas homosexuales se han ‘casado’ en un país con el único propósito de obligar a los tribunales de un país, y luego a las respectivas legislaturas, a reconocer esa ‘unión’.
ILGA recomienda este método a sus miembros, diciendo que ese informe puede ser “utilizado con la finalidad de hacer presión” para “influir sobre los gobiernos y exigirles que los matrimonios domésticos sean reconocidos en toda la Unión Europea”.
Invierno demográfico y escasa natalidad
Al mismo tiempo que está intentando imponer una disolución en toda la Unión Europea del matrimonio natural y procreativo, la UE está comenzando a reconocer la amenaza del inminentecolapso demográfico a causa de sus bajos índices de fertilidad.
El pasado 11 de noviembre, el Parlamento de la Unión Europea votó para respaldar un informe redactado por el parlamentario alemán Thomas Mann sobre “Demographic challenge and solidarity between generations” (Desafío demográfico y solidaridad entre las generaciones).
El informe acentúa la importancia de la familia natural y el rol de los padres para el bienestar económico de la sociedad en épocas de cambio demográfico.
El informe también pide un “cambio de mentalidad” respecto a las personas de edad avanzada, quienes no deben ser consideradas una carga para la sociedad, sino más bien un buen elemento de estabilidad. Reclamó el reconocimiento de las Iglesias y de las organizaciones sin fines de lucro que contribuyen al “desarrollo social de la sociedad”.
Citó varios motivos para explicar el “invierno demográfico” europeo, incluyendo el retraso en los adultos para casarse y formar familias a causa de la “inseguridad en aumento en el mercado laboral”.
El informe pronostica un cambio demográfico en el que habrá un aumento del 4 al 11% en las personas de mayor edad y un decrecimiento de 100 a 66 millones, hacia el año 2050, de personas menores de 15 años de edad.
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