Quizá la conferencia de Faiza Benhadid era el preámbulo. La susodicha es
presentada por el comité organizador de la Conferencia Mundial de la Juventud
como “asesora regional de género y sociocultura”. En su currículum destaca que
“tiene más de 38 años de experiencia en temas de género”.
Ha colaborado con el Sistema de Naciones Unidas en los temas de género y
desarrollo, empoderamiento de las mujeres, violencia contras las mujeres,
derechos humanos y salud reproductiva. Esto, en lenguaje desapegado de
eufemismos, se relaciona con la promoción del aborto y la redefinición cultural
de los roles sexuales.
En su conferencia, titulada “Adolescentes de hoy y (padres) de mañana”,
Benhadid hizo énfasis en la necesidad de promover la “construcción y
deconstrucción de la identidad de géneros”.
“Las mujeres muchas veces son vistas como una máquina reproductiva y no como
un ser humano real”, aseguró la conferenciante, por lo que reiteró que los roles
y la identidad sexual y de género son temas que deben ser discutidos en los
países del mundo.
“Las características adjudicadas a lo femenino y a lo masculino, a los
hombres y a las mujeres, están ampliamente definidos por las instituciones
culturales y sociales”, indicó Benhadid.
Aseguró que el género coincide con la identidad construida por el entorno
social, por lo que las características de virilidad –atribuido a la
masculinidad– y la pureza –propio de lo femenino– son elementos que “no
necesariamente corresponden a la naturaleza de los géneros”.
Benhadid fue abordada y se le preguntó: ¿Por qué las Naciones Unidas insisten
en hablar de la “construcción y reconstrucción de género”?
La respuesta fue: “No son las Naciones Unidas, son todos los países que
forman parte de las Naciones Unidas. Es importante para los países, porque si
hay discriminación en un país, no habrá desarrollo, debido a las brechas de
género. Hay pobreza en países donde las más pobres son las mujeres, así que si
quieres lograr desarrollo, debes lograr eliminar las brechas de género que
provocan discriminación”.
Todo transcurrió ante la presencia de la Primera Dama, Margarita Zavala, y de
la directora del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), Priscila Vera
Hernández.
Después de la conferencia, en la sesión plenaria del Foro Social, en la que
participaron 163 delegados de los diferentes países asistentes, se dio paso a la
aprobación del borrador de Declaratoria que habrá de caracterizar a la
Conferencia Mundial de la Juventud.
A pesar de las inconformidades y de la discusión que se suscitó en el
recinto, la flexibilidad de los representantes de la Organización de las
Naciones Unidas fue realmente poca.
Bernadette Fischler fue una de las moderadoras en la aprobación de la
Declaratoria que en su momento se discutirá en el Foro de Gobiernos con el que
concluirá la Conferencia Mundial de la Juventud. No está claro cómo fue elegida
Fischler para moderar el foro, aunque está claro que es activista en temas de
medio ambiente, VIH y derechos de las mujeres y que es cercana a las Naciones
Unidas.
La intención era no detenerse en el debate. “La oportunidad de leer el
documento y corregirlo se dio en su momento”, decían desde el podio. “No podemos
avalar un documento que no conocemos”, afirmaban los que protestaban, que no
eran pocos.
El cuarto borrador de la Declaratoria de la Conferencia Mundial de la
Juventud es un documento que pocos conocían y que fue avalado en asamblea de
delegados. En realidad, las adiciones al documento fueron de poca trascendencia,
se enfocaron en términos y conceptos de menor aliento.
Debe decirse que las modificaciones que se hicieron al documento en la
asamblea de delegados fueron mínimas. ¿Por qué se aprobó en asamblea plenaria un
documento diseñado previamente, que no fue consultado por los delegados?
En concreto, la ONU avalará el acceso de los jóvenes a lo que llaman
“derechos sexuales y reproductivos” y buscará seguir impulsando la redefinición
de la identidad sexual de los jóvenes, arguyendo que se trata ni más ni menos
que de identidad de género.
Sobre el evento en general, el martes 24 de agosto fue el día destinado a los
temas de “Salud y Género”. La manipulación ideológica es cínica, abierta y
evidente.
En el transcurso del día se llevaron a cabo 42 conferencias temáticas sobre
los temas mencionados, y seis de ellas (lo que representa el 14 por ciento del
total) fueron relacionadas con los temas de género, identidad sexual, Estado
laico (¿?) y autonomía juvenil.
En sintonía con el trasfondo ideológico del evento, la presencia de la
International Planned Parenthood Federation (IPPF) no podía faltar. De hecho fue
esta organización la que impartió la conferencia titulada “Jóvenes: Autonomía en
los servicios de salud sexual y reproductiva”, por si alguien dudaba de la
intención de promover el rechazo de los jóvenes hacia los padres de familia en
estas decisiones.
¿Qué se puede esperar de un evento que, como dijimos en numerosas ocasiones,
tiene el pecado original de tender hacia la promoción de la ideología de género?
Realmente nada. Habrá que ver cómo se desarrollan las cosas con miras a la
Asamblea General de la ONU que se realizará en septiembre de este año.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario