"Los óvulos de las mujeres africanas están en riesgo de ser utilizados para la investigación sobre células estaminales embrionarias en los países industrializados”, afirma el Arzobispo de Johannesburgo.
Johannesburgo (Agencia Fides) – “La ética global es un reto para las iglesias”, afirma Su Excelencia Mons. Buti Joseph Tlhagale, Arzobispo de Johannesburgo, en el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria de la Southern African CAtholic Bishops’ Conference (SACBC), que fue inaugurada el dái de ayer, 22 de enero. El discurso de Mons. Tlhagale fue enviado a la Agencia Fides.
“El post-modernismo sostiene que la realidad es una construcción social, que la verdad te la construyes tu. No existe una verdad objetiva. Afirma, además, que la realidad es un texto que debe ser interpretado y que mi interpretación es válida tanto como la de cualquier otra persona”, recuerda Mons. Tlhagale.
La consecuencia de esta filosofía es que “Dios mismo ha sido sacado de su pedestal. Son el hombre y la mujer los que reinan soberanamente. La trascendencia se ha convertido en una ficción. El individuo se ha convertido en el creador, y es señor de su propio destino. El individuo mismo es la medida de juicio. La ley natural es considerada como algo que formaba parte de las antiguas creencias o mitologías”.
“Un nuevo entero vocabulario y nuevos conceptos han sido producidos por la ética global post-moderna. El “derecho a elegir” ha sido erigido como la norma fundamental. Se puede elegir libremente entre bisexualidad, homosexualidad, lesbianismo, heterosexualidad, etc. Los niños tienen derecho a elegir el aborto, independientemente de la creencia de sus padres. También ellos tienen iguales derechos”, recuerda el Arzobispo de Johannesburgo.
Y hay otras graves consecuencias morales de esta concepción de la vida tienen que ver con la eutanasia y el aborto. “La eutanasia, afirma la campaña en su favor, es la expresión del derecho a elegir, y en este sentido se afirma también la dignidad de la persona. Salud reproductiva significa derecho a no reproducirse. Significa aborto seguro. Significa libre acceso a los anticonceptivos”.
Esta visión está siendo promovida por grupos internacionales de personas autorizadas, con el apoyo de las Naciones Unidas. “Fue la Conferencia de Pequín, de 1995 –afirma Mons. Tlhagale– la que rechazó la complementariedad entre hombre y mujer. El objetivo es el de obtener una sociedad a-sexual, una sociedad sin etiquetas sexuales. La Conferencia del Cairo habló de familia en todas sus formas, con la finalidad de incluir las familias con padres del mismo sexo. Hay un esfuerzo concertado para eliminar palabras como virginidad, castidad, cónyuge, marido, esposa, matrimonio, etc.”
“Tanto el protocolo de Maputo como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres (CEDAW) están destinados a legalizar el aborto y a legitimar la fecundación in Vitro, en la mayor parte de los países africanos. Dicha normativa hará posible ir a la caza de óvulos de mujeres africanas, para contribuir a satisfacer las exigencias de la búsqueda de células estaminales embrionarias en los países industrializados. En Gran Bretaña es ilegal usar para la investigación óvulos de mujeres inglesas. El colonialismo biológico está a las puertas”, concluye preocupado el Arzobispo de Johannesburgo. (L.M.) (Agencia Fides 23/1/2009; líneas 42, palabras 529)
Links:
Opening Address Mons. Buti_Joseph_Tlhagale (en inglés)
http://www.fides.org/eng/documents/Opening_Address_Mons._Buti_Joseph_Tlhagale.rtf
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