Ban Ki-moon reinterpreta la Declaración Universal de los Derechos Humanos asegurando que la “orientación sexual” y la “identidad de género” están implícitamente contenidas en el texto.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon se han convertido en los punta de lanza del homosexualismo político. Esa es la conclusión que se puede extraer de los últimos pasos que han realizado ambos para incorporar en la Declaración de los Derechos Humanos la ideología de l homosexualismo político.
El coreano Ki-moon reinterpretó la Declaración Universal de los Derechos humanos asegurando que la “orientación sexual” y la “identidad de género” están implícitamente contenidas en esa Declaración Universal. Estas declaraciones el secretario general de la ONU las realizó en la sesión especial del Consejo del 25 de enero de este año.
Esas declaraciones supusieron el pistoletazo de salida para la Declaración contra la Discriminación por orientación sexual e identidad de género que se presentó este 22 de marzo en el XVI período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Este documento se presentaba en el marco del seguimiento y la aplicación de la Declaración de Viena y el Programa de Acción, aprobado por la Conferenbcia Mundial de Derechos Humanos, en 1993.
Ese mismo 22 de marzo la casa Blanca ofrecía el siguiente comunicado: “El presidente Obama cree que la promoción de los derechos humanos de las minorías y los marginados es un valor fundamental de los Estados Unidos. El Presidente se complace en anunciar que durante su viaje a Brasil, él y la Presidente Rousseff acordaron promover el respeto de los derechos humanos de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero a través de la creación de un relator especial sobre asuntos LGBT en la Organización de Estados Americanos. Este relator especial será el primero de su tipo en el sistema internacional de derechos humanos.”
“En los últimos meses nuestros diplomáticos han mantenido un diálogo franco, por momentos difícil, con los gobiernos de todo el mundo, sobre los derechos humanos de las personas LGBT-proseguía el comunicado de la Presidencia estadounidense-. Esta mañana, en las Naciones Unidas en el Consejo de Derechos Humanos, 85 países se unieron a Estados Unidos para reafirmar nuestro compromiso conjunto para poner fin a los actos de violencia y abusos de derechos humanos sobre la base de la orientación sexual e identidad de género. El Presidente se enorgullece del trabajo que hemos realizado para construir un consenso internacional sobre esta cuestión fundamental y se compromete a continuar nuestros esfuerzos decididos para promover los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.”
¿Una Declaración con universalidad?
La ONU aprobó, en su momento, en los años 40 la Declaración Universal de los Derechos Humanos que está vigente en la actualidad. Esta declaración es la base para consagrar que hay al menos unos derechos humanos bien concretos que tienen un carácter universal.
Con la interpretación de cuáles eran estos derechos ya hubo problemas entre el bloque socialista y Occidente a mediados del siglo XX de tal manera que para resolverlo se concretaron en lo que se conoce como ‘Pactos Económicos, Sociales Políticos y Culturales’ y estos pactos contenían dos versiones que no eran iguales. Los estados pudieron ratificar uno de los dos modelos o los dos. En general, el bloque soviético ratificaba uno.
Hoy en día los Derechos Humanos no están contemplados en la mayor parte del mundo, en la cultura islámica, por ejemplo, tienen muy poco que decir, y China los rechaza frontalmente. En al gigante asiático, la iglesia católica cuando plantea el derecho de la libertad religiosa con las autoridades chinas lo hace con cuidado de no mezclarlo con la argumentación de un derecho humano sino como una cosa específica e importante para la persona en el sentido religioso que un chino puede entender a través de su tradición espiritual, pero si se saca el tema de los derechos humanos se cierra en banda.
Por lo tanto los derechos humanos en la práctica se aplican sobre todo en países occidentales
Recientemente se aprobaron los acuerdos de Yogakarta, que son una iniciativa privada de los grupos homosexuales en un intento de introducir la ideología de género que no existía en el concepto de los derechos humanos y el homosexualismo político que no existía en su Declaración. De esa forma se pretende convertir el homosexualismo en un derecho humano.
Esto es una brutalidad jurídica porque exigiría no una interpretación sino una reforma tribunal siguiendo los mecanismos establecidos por Naciones Unidos.
En este contexto ha aparecido Obama, que se está convirtiendo en el mascarón de proa de estos derechos con la paradoja de que en el país que gobierna algunos estados han legislado no ya contra la introducción de estos nuevos supuestos derechos que promueve Obama sino contra aspectos previos como puede ser la posibilidad de que exista el matrimonio homosexual y en algunos casos las parejas de hecho homosexuales.
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