ROMA, domingo, 22 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- La respuesta a los actuales ataques contra la vida pueden darla sobre todo las mujeres, a través de un "nuevo feminismo" que defienda los derechos humanos y respete fuertemente la vida.
Así lo ha afirmado el Papa Benedicto XVI en un mensaje enviado al cardenal Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio "Justicia y Paz", con motivo del primer Congreso Internacional sobre la Mujer que hoy ha empezado a celebrarse en Roma.
El Congreso, con el lema "Vida, familia, desarrollo: el papel de la mujeres en la promoción del los derechos humanos", ha sido organizado por este dicasterio, en colaboración con la World Women Alliance for Life and Family (WWALF) y la World Union of Catholic Women's Organizations (WUCWO).
El mensaje del Papa, publicado este sábado, afirma que este congreso supone "una respuesta ejemplar a lo que mi predecesor Juan Pablo II definía como 'un nuevo feminismo', que tiene el poder de transformar la cultura, imprimiéndole un fuerte respeto por la vida".
Una de las tareas de la mujer cristiana, subrayó el pontífice, es "corregir todo malentendido hacia el Cristianismo entendido sólo como una colección de mandamientos y prohibiciones".
"Los diez mandamientos no son una serie de 'noes' si no un gran 'sí' al amor y a la vida", añade el Papa en su mensaje.
La carta del Papa fue leída al comienzo de los trabajos del congreso, por el cardenal Martino, acompañado de las presidentas de la WWALF, Olimpia Tarzia, y de la WUCWO, Karen M. Hurley.
En la presentación del congreso, el cardenal Martino subrayó que hoy "no se pueden separar la cuestión social de la cuestión de la familia y de la vida", y que en ambas cuestiones está entrelazada la cuestión de la dignidad de la mujer, que en el fondo es "una cuestión antropológica, de concepción del hombre".
El purpurado destacó que las mujeres católicas "deben encontrar, con generosidad y amor, los caminos de un nuevo protagonismo en grado de generar ese humanismo integral y solidario al que nos llama la doctrina social de la Iglesia".
"Debe nacer un nuevo feminismo, después de ese otro mortificante inspirado por el individualismo nihilista y libertario", afirmó el cardenal Martino. Un nuevo feminismo "amigo de la vida, amigo de la familia y del amor conyugal, y dispuesto a luchar contra injusticias y opresiones".
En el mismo sentido se expresó la profesora Tarzia, cuya organización, la WWALF, hoy extendida en cincuenta países, nació precisamente en torno al manifiesto Nuevo Feminismo, que vio la luz en Italia en enero del 2003.
Tarzia afirmó que "está creciendo, entre las mujeres del mundo, una conciencia que debe ser declarada: las leyes que legalizan el aborto son una derrota para la mujer y para la entera sociedad. Es una conciencia a la que deben seguir los hechos: la movilización general de conciencias e instituciones en favor de la vida, de la mujer, de la familia, de la dignidad de la persona"
Por su parte, la presidenta de la WUCWO, Karen M. Hurley, organización nacida en 1910 que representa a más de cien instituciones de todo el mundo, subrayó el importante paso adelante en la consideración de la mujer dado por el Magisterio desde el Concilio, y especialmente por los últimos Papas.
Las mujeres hoy, subrayó Hurley, "están llamadas a ser signos del amor de Dios compartiendo nuestra fe y ofreciendo esperanza a un mundo que la necesita. El modelo de nuestra Santísima Madre María y otras mujeres en las Sagradas Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia, deben aumentar la conciencia de nuestra misión, la vocación, la dignidad y la espiritualidad".
"Que nuestro discernimiento orante aumente esta toma de conciencia y nos ayuda a aceptar el papel que Dios nos ha dado en la protección de la dignidad de toda vida humana y la promoción de los derechos humanos", concluyó la representante de la WUCWO.
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