Puerto Rico - El Obispo de Ponce pide a los a la juventud católica participar en la Jornada Pro-Vida el 25 de marzo

Ponce (Agencia Fides) – “Cuento con la presencia de la juventud católica, llamada a ser testigo valiente de la vida”, afirma Mons. Félix Lázaro, Sch. P. Obispo de Ponce en una nota enviada a todas la parroquias, Movimientos apostólicos, Pontificia Universidad Católica, y Superintendencia de Escuelas Católicas para convocarles a participar en la jornada Pro-Vida. En efecto, la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, ha acordado designar el día 25 de marzo, solemnidad de la Encarnación del Hijo de Dios, “el día en que el Verbo de Dios asumió la naturaleza humana” como la fecha más apropiada para celebrar la Jornada Pro-Vida, en defensa de la vida.
Mons. Félix Lázaro, explica en la nota la motivación que ha llevado a tomar esa decisión a los Obispos del país: “Alertados del peligro que corre hoy el matrimonio y la familia cristiana, de institución divina, y el creciente despliegue a favor del aborto y de la creación de derechos no fundados objetivamente en la naturaleza humana, sino fruto de meras leyes humanas, inhumanas diría yo, que atribuyen derecho a la mujer a matar a su propio hijo no nacido; y tratándose de una realidad tan básica como lo es la vida humana la que está en juego”.
Con este motivo pide a las diversas instituciones que convoquen de forma especial a los jóvenes de su parroquia, o del Movimiento apostólico que dirige, de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y de las Escuelas Católicas, para que, “haciendo un alto en sus actividades, puedan participar de la Actividad” que tendrá lugar frente a la Catedral de Ponce, el miércoles, día 25 de marzo de doce a una de la tarde, a favor y en defensa de la vida y del derecho a la vida y a nacer de los no nacidos.
“Está en juego la vida – continua el Obispos - y no podemos permitir que la plaga del aborto siga tronchando vidas inocentes. Es hora de poner freno a la iniquidad, y como seres humanos y personas que predican el amor y la paz, entonemos un canto a la vida y digamos no más al aborto”. El Obispo concluye recordando que “el esfuerzo que todos hagamos tendrá recompensa en el reino de los cielos y nuestros nombres se inscribirán en el Libro de la Vida”.