ASUNCIÓN, 03 Mar. 09 (ACI).-El semanario católico "Cristo hoy" dio a conocer la conmovedora historia de la paraguaya Carolina Ramírez. Al igual que Eluana Englaro, la italiana que falleciera luego que le retiraran la alimentación e hidratación a pedido de su padre, Carolina también se mantiene en coma desde hace 17 años, cuando en 1991 sufriera un accidente automovilístico. Su madre comenta que su fe la sostiene y que su hija "es lo más hermoso que puedo tener".
Cuando Carolina o Carol, como la llaman cariñosamente sus amigos y familiares, sufrió el accidente automovilístico estudiaba Ciencias Contables en la universidad, practicaba paddle, tenis e iba regularmente al gimnasio. Desde que quedó en coma, sus padres la acompañan en todo momento y dan gracias a Dios por su vida. Ellos comentan que no entienden las razones de la muerte de Eluana en Italia.
Ketty, la madre de Carolina, afirma que la fe es lo que sostiene su vida y la de su familia. "Mi hija es lo más hermoso que puedo tener", asegura, y subraya: "Me siento una elegida del Señor". A pesar de saber que su hija no volverá a la normalidad, esta abnegada madre agradece a Dios por haberle regalado 21 años de una Carolina lúcida y que hoy le dé un ángel de la guarda de carne y hueso.
"No sé qué habrá pensado el padre de esa chica para hacerla morir, lo último que voy a hacer es optar por la eutanasia", precisa Ketty, refiriéndose al caso de Eluana Englaro.
María Celeste Solís, amiga de esta paraguaya, recuerda a una Carolina algo introvertida, muy inteligente, deportista y bastante sencilla. Ella comenta que "Carol tenía un carisma especial que hacía que todas estuviéramos reunidas alrededor de ella. Era bastante callada, pero cuando hablaba nos hacía reír".
Al respecto, el Arzobispo de Asunción, Mons. Pastor Cuquejo, señaló a Cristo hoy que "la enseñanza de la Iglesia sostiene que suspender la vida por razones humanitarias no es una solución. El Señor siempre nos da su vida, Él comparte nuestra vida con la suya y solamente a Él le corresponde suspenderla en el momento en que esta vida humana no pueda continuar en esta tierra".
Asimismo, precisó que solo Dios es dueño de la vida y que en estos casos es necesario hacer que la familia acompañe a la persona "hasta el final, con ternura y cariño, porque no sabemos hasta qué punto la persona en coma pueda estar sintiendo todo ese flujo. A lo mejor todavía no quiere desprenderse de todo el cariño y la compañía que pueda ir recibiendo".
viernes, 6 de marzo de 2009
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