Pasó un video de un aborto en la clase de ciencias naturales.
En un secundario rosarino, una docente de Ciencias Naturales pasó a sus alumnas y alumnos un video anunciado como “contra el aborto” y en el que se podían ver imágenes como la mano de un feto tocando al partero. La madre de uno de los alumnos, al enterarse, denunció el hecho al grupo Mujeres Autoconvocadas Rosario (MAR), quienes denunciaron el caso ante el Ministerio de Educación provincial y reclamaron por el cumplimiento de la ley de educación sexual.
En el correo electrónico que escribió a MAR, la madre contó que su hijo “me relató que algunas de las compañeras lloraban y otras se descompusieron. Creo que tal video, en una escuela pública, significa un exceso, ya que impone una ideología justamente donde debería respetarse la diversidad”. De inmediato, las integrantes de MAR pidieron la intervención del Programa de Educación Sexual Integral (ESI) santafecino, que la semana pasada convocó a una reunión en el Ministerio de Educación a la directora regional Marta Díaz, las autoridades del programa ESI, la docente que proyectó el video y las directoras de la escuela, Teresa Scaravaglione y Hebe de Benedetti.
Las autoridades del ministerio plantearon que esos materiales de trabajo no resultan pertinentes porque priorizan imágenes impactantes, en lugar de brindar información veraz y científica. Por ello acordaron un plan de trabajo con otros materiales, que sí están incluidos en el programa de educación sexual.
Luego de la reunión, se pudo verificar el video que habían visto chicas y chicos: se trataba de una recopilación de imágenes convertida en audiovisual casero, y no del material propagandístico históricamente divulgado por la Iglesia, “El grito silencioso”. “Hay que subrayar que no existen filmaciones de una interrupción de embarazo, sino que son imágenes trucadas”, en las que siempre se busca subrayar “lo truculento”, explicó Marité Yanos, de MAR, cuyas integrantes insistieron.
Comentario Druídico: Dicen las propias mujeres autoconvocadas que "“Hay que subrayar que no existen filmaciones de una interrupción de embarazo, sino que son imágenes trucadas”, en las que siempre se busca subrayar “lo truculento”" . O sea, el asesinato. Por otra parte, el primero en filmar un aborto, El Grito Silencioso fue el Dr. Bernard Nathanson, que al ver grabadas las tentativas de escapar de la muerte y las torsiones de dolor del feto, dejó esta infame práctica y finalmente se bautizó católico.
De todas formas puede comprobarse la autenticidad, porque es una fotografía famosa. Su autor es el fotógrafo Max Aguilera, quien estuvo presente en la operación por tratarse de una experiencia única: la corrección de una espina bífida intrauterinamente.
Hay que apoyar a esta profesora: es de una valentía ejemplar.
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