Por Juan C. Sanahuja
UNIÓN EUROPEA:
TOTALITARISMO ABORTISTA Y PRO GAY
Listas negras de
objetores de conciencia y de “discriminadores”
El 23 de septiembre pasado, Sophia
Kuby, directora ejecutiva del Observatorio Europeo para la Dignidad (European Dignity
Watch), denunció en Madrid que el Consejo de Europa pretende sancionar el “derecho” al aborto y abolir
el derecho humano básico del personal sanitario a la objeción de conciencia,
refiriéndose en concreto al Informe McCafferty (Women’s access to lawful medical care: the problem of unregulated
use of conscientious objection), que será sometido a votación en
la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa el próximo 7 de
octubre.
No es para extrañarse que el Informe incluya en el concepto de salud reproductiva el “derecho” al aborto. Ahora el
significado de salud reproductiva se hizo explícito, pero ese término siempre se
usó en el lenguaje internacional para referirse al aborto (vid. NG 1056, 970, 905, 750, 737, entre otros).
El objetivo, declaró Sophia Kuby, es
imponer el supuesto derecho al aborto por encima de las objeciones de conciencia
de los médicos y profesionales sanitarios, que mayoritariamente se niegan a
practicar abortos. Se trata de “excluir de la práctica médica a las personas de
convicciones sólidas, sean cuales sean, que se separen de la práctica y la
ideología dominante”.
Kuby dijo que los promotores del Informe McCafferty afirman que “la
conciencia caprichosa de los médicos
no puede prevalecer sobre los derechos reproductivos de las mujeres”. De esta
manera, se invierten los términos y se contrapone la libertad de conciencia a un
nuevo derecho. Por eso, se creará un
registro de objetores, una verdadera lista negra y un mecanismo efectivo para discriminar a
los profesionales que se nieguen a practicar abortos.
Protesta de asociaciones
católicas
La Federación Mundial de Asociaciones de
Médicas Católicas, la Federación
Internacional de Farmacéuticos Católicos y el Comité Católico de Enfermeros enviaron
una carta a la presidencia y miembros del Consejo de Europa en la advierten que
en junio de este año el Consejo de Europa aprobó una propuesta para limitar y en
la práctica impedir el derecho a la objeción de conciencia ante el aborto, a lo
que se le suma el Informe McCafferty
que se tratará en los primeros días de octubre.
En la carta, firmada por el Dr. José
María Simon, el Dr. Piero Urosa y la Sra. Marylee Meehan, presidentes
respectivamente de las instituciones mencionadas, se explica que el proyecto "es
una gravísima violación de la ética profesional y de la libertad de los
ciudadanos europeos", y que busca obligar a que "no tengamos en cuenta los
aspectos morales de la actividad profesional sino que seamos simples ejecutores
de las directivas políticas". El texto recuerda las masacres que se produjeron
en el siglo XX por esos motivos.
Las instituciones católicas de
personal sanitario, señalan que "la Comisión del Parlamento Europeo quiere
garantizar el pleno acceso de las mujeres a prácticas como el aborto o técnicas
especiales de reproducción, que no son problemas estrictamente de salud (el
embarazo no es una enfermedad). El aborto luego de la concepción es un homicidio
y también lo son las intervenciones en los embriones producidos in
vitro".
"Es inaceptable -continúan diciendo-
que personal sanitario no dispuesto a alterar su defensa del derecho a la vida,
sea discriminado en el trabajo, y que su disposición a la objeción de conciencia
pueda convertirse en algo que les impida ejercer su
profesión”.
A la vez, señalan que "ya hoy, en
distintos países, para un médico objetor de conciencia es muy difícil, si no
imposible, especializarse en ginecología. Esto atenta no sólo contra el derecho
del médico, sino también contra el de las mujeres que rechazan el aborto y
quisieran ser atendidas por ginecólogos que compartan sus principios
morales".
Antidiscriminación: excusa para
imponer el pensamiento único
Como parte del proceso de reingeniería social que se está llevando
a cabo en Europa, en la misma reunión convocada en Madrid por Profesionales por la Ética, Sophia Kuby llamó la
atención sobre la Directiva para la Igualdad de Trato que se está
tramitando en la Unión Europea. Su objetivo es introducir un nuevo concepto de
igualdad que, con el pretexto de prohibir cualquier discriminación (incluyendo
la orientación sexual), afectaría a las relaciones de convivencia, a las
relaciones laborales y al comportamiento público y privado de las
personas.
“No se descarta”, aseguró la
directora del Observatorio Europeo para la Dignidad, “que se elaboren registros
de médicos, empresarios o profesionales acusados de discriminar. Con todo ello
dicen defender la diversidad, cuando en realidad persiguen la uniformidad de
opinión, pensamiento y acción, y la eliminación del disenso”. FIN,
27-09-10
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