En Groningen se enjuicia a tres hombres homosexuales acusados de haber drogado a al menos catorce hombres, y haberles infectado deliberadamente con el virus VIH, que causa el SIDA.
En el año 2006 un hombre homosexual, "Roy", reaccionó a una convocatoria en Internet y acudió a una orgía en una casa privada. Resultó ser un encuentro con consecuencias desastrosas.
El estudiante Jillis Jansen, que trabajó en bares para homosexuales en Groningen, escuchó la historia de Roy, quien acudió a la fiesta porque sentía curiosidad, dice Jansen. En un determinado momento, fue drogado y le inyectaron con alguna sustancia. Horas después despertó en su coche, que estaba aparcado en el vecindario.
Catorce víctimas
Unos días después, Roy cayó enfermo de gravedad. En el hospital se encontró en su cuerpo sangre de otro grupo sanguíneo, y se constató que estaba infectado con el VIH. En el curso del 2006 y 2007, se presentaron 13 hombres homosexuales que sufrieron la misma suerte. A través de sitios en la web para homosexuales, entraron en contacto con tres hombres que organizaban orgías. Todas las víctimas fueron drogadas e inyectadas con sangre infectada con el VIH.
En mayo del 2007 fueron detenidos tres hombres: Peter M., Wim D., y Hans J., acusados de haber causado intencionadamente lesiones graves. El abogado de los tres no quiere reaccionar antes del juicio. Se pronostica que el letrado intentará sembrar la duda, ya que las víctimas pueden haber sido infectadas con el virus del VIH antes de su encuentro con los acusados.
Momento de contagio
El abogado de las víctimas, Fred Kappelhof, estima probable que la defensa de los tres acusados pondrá en duda el momento de la infección. "No me sorprendería si la defensa presentara estas dudas", comenta Kappelhof. "Sin embargo, creo que la fiscalía tiene un caso fuerte. Los informes de los expertos entran en consideración en el juicio. La fiscalía se ha preparado para esta táctica de la defensa. Se han pedido informes de expertos que precisamente han respondido a ese tipo de dudas".
Todas las 14 víctimas están enfermas, algunas de gravedad. Varias toman medicinas para frenar el SIDA con el fin de seguir viviendo. Todas se peguntan cuál fue el motivo de los acusados para infectarlas deliberadamente con el virus del VIH. Los catorce hombres esperan que esta incógnita se aclare durante el juicio. Nunca antes se produjo en Holanda un caso en el que un grupo grande de hombres fuera infectado con el virus del VIH en contra de su voluntad.
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