
En el comunicado, los obispos reiteran lo expresado en su declaración del 12 de noviembre de 2007 en la que afirmaban que "legalizar el aborto no cambia lo malo en bueno. Una vez que se concreta, las cosas terminan mal para todos. Se pierde una vida humana. La madre queda con heridas que no cierran fácilmente. El médico va contra la esencia de su noble profesión. La sociedad pierde una vida al no abrirle sus brazos. La cultura de la vida queda golpeada".
Asimismo, los prelados señalan que "el valor de la vida humana es un bien para cada uno y para la sociedad. Está por encima de todos los intereses. Ninguna ley honesta puede justificar eliminar un ser indefenso que tiene derecho a la vida y a nacer. Apreciamos el apoyo y el voto a favor de este valor básico desde diversos sectores de la sociedad".
Los obispos alertan también "sobre posturas que manipulan y oscurecen la verdad fundamental del derecho a la vida anteponiendo otros intereses o situaciones, sin tomar en cuenta ni la ciencia ni la conciencia ética".
Finalmente, los prelados uruguayos precisan que "en relación a los fieles católicos que promueven y / o votan una ley favorecedora del aborto, les recordamos que quien actúa así rompe el vínculo que lo une a Cristo en la Iglesia. Mientras no cambie su posición queda impedido de acercarse a la Comunión eucarística".
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