Madrid (Agencia Fides) - El anuncio realizado la mañana del 11 de mayo por las ministras de Sanidad e Igualdad, Trinidad Jiménez y Bibiana Aído, por el que se aprueba la expedición de la llamada ‘píldora del día después’ (PDD) sin receta médica ha sido rechazada por numerosas asociaciones y colectivos cívicos. Hasta ahora la PDD se dispensaba exclusivamente en los hospitales y en los centros de planificación familiar. A partir de ahora no hará falta receta médica ni habrá controles. Tampoco sobre las menores. Jiménez calcula que en tres meses se podrá disponer de la PDD en todas las oficinas de farmacia. La decisión se enmarca en la estrategia del gobierno en materia de salud y sexual y reproductiva. De hecho la nueva ley del aborto libre -que se llamará Ley de Salud Sexual y Reproductiva- incluye un apartado dedicado a la prevención de embarazos inesperados: formación, anticoncepción y PDD.
Según la ministra de Sanidad la decisión ha sido tomada con la asesoría de un "Comité de expertos y científicos", quienes han puesto de manifiesto que el consumo de la píldora "no tiene efectos secundarios ni ningún tipo de contraindicación", aunque "no se puede hacer un uso abusivo de la misma". Respecto a la edad, afirmó que "al ser un medicamento que se puede vender libremente sin receta, no se entra a la regulación de edades". Además, consideró que "no habrá ningún tipo de problema con el colectivo de farmacéuticos" a la hora de dispensarla en las farmacias y avisó que "una vez que el Gobierno autorice la expedición existe una obligación de tenerla" en las farmacias. Asimismo, considera que "no existe aquí una cuestión relacionada con la objeción de conciencia".
La portavoz de la plataforma Derecho a Vivir (DAV), la Dra. Gádor Joya, emitió inmediatamente un comunicado en el que recordó que "la llamada píldora del día después tiene un efecto abortivo” y, por tanto, la medida anunciada “supone establecer el aborto libre” además de “facultar a las niñas para abortar mediante este método sin que los padres lo sepan ni lo autoricen”, lo cual es “una aberración no sólo humanitaria, sino médica".
Así mismo afirma que dicha píldora “tiene efectos secundarios y contra-indicaciones muy serias”, en contra de lo afirmado por las ministras. Por ello “dispensarla sin receta, y a cualquier edad, es un agresión a la salud de la mujer que va a exponer a millones de chicas adolescentes a un grave riesgo para su salud, sin que los sepan los padres”. Según la Dra. Gádor con esta medida no solo no van a disminuir el número de embarazos no deseados, sino que estos aumentarán pues será empleado sobre todo a edades tempranas, como un contra-conceptivo más. También aumentarán las enfermedades de transmisión sexual, al recurrir a la píldora abortiva como una solución contraceptiva". Por ello, la plataforma Derecho a Vivir realzia un llamamiento a los farmacéuticos “para que ejerzan su derecho a la objeción de conciencia a la dispensa de la píldora abortiva sin receta y a cualquier edad”
Manuel Cruz, director de la Fundación Vida, ha denunciado que la medida “persigue un único objetivo: publicitar la nueva Ley del Aborto. Pretenden reducir las estadísticas de intervenciones y podrán presumir de que su cambio normativo ha reducido las interrupciones de embarazo, cuando, en realidad, se trata de un fármaco abortivo”.
El Dr. José Zamarriego, presidente del Comité de Bioética de la Sociedad Española de Ginecología, ha alertado que la venta sin receta de la píldora del día después “es una imprudencia grave” pues abre la puerta a que los médicos ya no sean necesarios para prescribir los medicamentos y, por otro lado, considera que la píldora del día después debe recetarse siempre bajo prescripción médica debido a los riesgos que comporta su toma.
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