Fuentes: al pie. (continúa de NG 972 y 973)
El discurso de Obama. Obama: profeta de la nueva era. Ratzinger: la clave de interpretación. Dictadura del relativismo. Los medios de comunicación alternativos son terroristas. La resistencia cristiana
El discurso del presidente Obama en Notre Dame, el 17 de mayo pasado, ha encontrado más resistencia en los Estados Unidos que en los países latinos, en los que parece que el sentido crítico asentado en la fe se ha eclipsado. Da la impresión que en los viejos países “católicos” es donde existen más falóforos de Obama -como los llama Juan Manuel de Prada- que en las propias tierras del presidente norteamericano.El discurso de Obama
El discurso de Barack Hussein Obama fue un ejercicio retórico de dialéctica relativista, cautivante para quienes viven sumidos en un cómodo sopor que los lleva a engañarse a sí mismos y a tratar de engañar a los demás. El presidente llamó a “llegar a una base común de entendimiento conciliando lo irreconciliable”. Tendió la mano a quienes no aceptan el aborto “para llegar juntos a reducir el número de abortos y de embarazos no deseados”. Llamó al diálogo -palabra mágica del relativismo- “para conciliar las creencias de cada uno con el bien de todos”. El presidente Obama, abolió así el principio de no contradicción, que nos enseña que nada puede ser y no ser al mismo tiempo.
¿Se puede conjugar la certeza científica y moral de que el aborto es un crimen y a la vez consentir que una sociedad destruya sistemáticamente a los más débiles? ¿Qué base común de entendimiento puede haber entre las dos posturas? ¿Es lícito vivir como si no existiera un holocausto escondido y silencioso? ¿Es posible mirar para adelante, construyendo en común, sin hacerse cómplices de las leyes inicuas que atentan contra la ley natural y convierten a la sociedad en injusta y miserable, aunque viva en pleno bienestar material?
Obama: profeta de la nueva era
Para George Weigel, Obama se metió de lleno en las cuestiones internas de la Iglesia. “El presidente de los Estados Unidos decidió definir lo que significa ser católico en el siglo XXI”, asumiendo la jefatura de los católicos disidentes, enfrentando a los intelectuales católicos y a las instituciones de la Iglesia con sus obispos y con Roma, reeditando una nueva forma de galicanismo, (CNA, 20-05-09).
Obama rechaza y combate la verdad inmutable, por eso su visión es incompatible con la fe cristiana: “la última ironía de la fe es que necesariamente admite dudas. Esta duda no debe empujarnos fuera de nuestra fe (…) pero nos obliga a permanecer abiertos y curiosos, y deseosos de continuar el debate moral y espiritual”.
Atrayente y sugestivo para los propositivos dialogantes, el discurso de Obama es irreconciliable con las verdades naturales permanentes que Benedicto XVI ha expresado en los principios no-negociables, que son las pautas que nunca se podrán derogar ni dejar a merced de consensos partidistas en la configuración cristiana de la sociedad: la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su término natural y los derechos de los padres a la educación de sus hijos.
Ratzinger: la clave de interpretación
¿Es compatible con la fe cristiana afirmar “la fe no brinda certezas, sino genera dudas; la verdad no existe, surge del debate”? La clave de discernimiento nos la dio hace tiempo el Cardenal Ratzinger.
Para el relativismo -decía Ratzinger- “afirmar que en la figura de Jesucristo y en la fe de la Iglesia hay una verdad vinculante y válida en la historia misma es calificado como fundamentalismo. Este fundamentalismo, que constituye el verdadero ataque al espíritu de la modernidad, se presenta de diversas maneras como la amenaza fundamental emergente contra los bienes supremos de la modernidad, es decir, la tolerancia y la libertad. Por otra parte, la noción de diálogo cambia de significado, convirtiéndose así en la quintaesencia del credo relativista y en la antítesis de la conversión y de la misión. En su acepción relativista, dialogar significa colocar la actitud propia, es decir, la propia fe, al mismo nivel que las convicciones de los otros, sin reconocerle por principio más verdad que la que se atribuye a la opinión de los demás. Sólo si supongo por principio que el otro puede tener tanta o más razón que yo, se realiza de verdad un diálogo auténtico. Según esta concepción, el diálogo ha de ser un intercambio entre actitudes que tienen fundamentalmente el mismo rango, y, por tanto, son mutuamente relativas” (vid. Situación actual de la fe y la teología, Guadalajara, México, 1996).
Por eso, analizando el discurso de Obama, Mons. Robert W. Finn, Obispo de Kansas City-St. Joseph, declaró que el diálogo es imposible, porque el mismo presidente admitió irreconciliables diferencias con la Iglesia sobre el tema del aborto. Mons. Finn dijo que la vida inocente es innegociable. “¿Podemos negociar sobre lo que es intrínsecamente malo? La respuesta es no”, (CNA 25-05-09).
Dictadura del relativismo
En definitiva, Obama no deja opción. O se está con él o se está contra él. Él convoca a una gran melange y quien no se deja manipular se autoexcluye. Quien no acepta su retórica perversa es un fundamentalista que no tiene lugar en el proyecto de la nueva era. La dictadura del relativismo, con Barack Hussein, está creciendo en intensidad día a día.
Dicho sea de paso, el Departamento de Seguridad Interior del gobierno federal considera terroristas a personas y grupos (“no-islámicos”) que se oponen “al aborto y al matrimonio homosexual” (vid. NG 969) y ha incluido en el Domestic Extremism Lexicon a los medios de información alternativos “que proporcionan un foro para la interpretación de los acontecimientos y las cuestiones sociales, radicalmente diferente de la presentada por los medios de comunicación”. Los llamados “medios alternativos” son boletines de noticias que circulan por Internet, entre ellos los servicios pro-vida y todos aquellos que trasmiten un mensaje “políticamente incorrecto”, (vid. Life News, 04-05-09).
La resistencia cristiana
El 19 de mayo, Life Site llegó a contar 83 obispos que se manifestaron contra la invitación y la distinción al presidente Barack Hussein Obama por parte de la Universidad de Notre Dame, sumando a la lista, entre otros, al Arzobispo de Detroit, Mons. Allen Vigneron.
Más que una importante acción pro-vida, el escándalo de Notre Dame ha sido la primera gran batalla para devolver su propia identidad a las instituciones de enseñanza católicas. Esta es la exigencia de los fieles y de los obispos que se opusieron a la invitación de Notre Dame a Obama.
El 18 de mayo, Mons. Charles Chaput, Arzobispo de Denver, decía que "lo más importante en lo que los fieles católicos pueden presionar ahora -con sus palabras, sus acciones y su apoyo financiero- es que las instituciones que afirmen ser católicas realmente vivan la fe con valentía y coherencia", (CNA, 18-05-09). (Continúa)
Fuentes: Propias; Mercator Net, 22-05-09, (Saruman at Notre Dame por Thaddeus J. Kozinski); CNA, 18-05-09, 20-05-09; Life News, 04-05-09; Life Site, 18/23-05-09.
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