David Kato, a quien se quiere establecer como mártir del homosexualismo político en África, fue asesinado a martillazos.
David Kato, activista del homosexualismo político en Uganda, fue asesinado el pasado 24 de enero a golpes de martillo en la cabeza. Uganda es un punto clave para la estrategia del homosexualismo político en África: por un lado, la población del lugar es muy contraria a las prácticas homosexuales. Los mártires nacionales del país (anglicanos y católicos) fueron asesinados en el siglo XIX por un rey homosexual que los mataba porque se negaban a tener relaciones con él. La resistencia y valor de estos jóvenes se recuerda en catedrales, parroquias y festividades litúrgicas cada año.
Por otro lado, Uganda es un país anglohablante y aliado de Estados Unidos, del cual depende a muchos niveles. Además, ha conseguido frenar el SIDA con campañas educativas para cambiar las conductas sexuales (retrasar la edad de inicio sexual, restringir las parejas, fomentar la abstinencia y la fidelidad), no con repartos de condones, lo cual resulta muy inquietante en diversas instancias internacionales.
Por último, es cierto que a nivel popular hay una tendencia a echar las culpas de cualquier cosa a los homosexuales, algo que hasta las iglesias cristianas han lamentado.
Por eso, el lobby del homosexualismo político internacional se fijó en Uganda cuando el 24 de enero fue asesinado uno de sus activistas nativos, David Kato. Los medios de comunicación de EEUU, los activistas homosexualistas y algunos grupos "de derechos humanos" afirmaron que ello fue el resultado de los sentimientos anti-homosexuales en Uganda.
Sin embargo, el 3 de febrero, la policía arrestó a Enock Nsubuga , un hombre que confesó ser el asesino. Según el Inspector General de Plicía, Kale Kayihura, el sospechoso dijo que “él negoció con el fallecido que le pagara un dinero cuando lo utilizara como compañero sexual”. Según el sospechoso, tuvieron relaciones sexuales, pero Kato no le pagó. “Al día siguiente, Nsubuga confiesa que salió por el cuarto de baño, fue a un almacén, cogió un martillo, volvió y lo golpeó en la cabeza mientras estaba en la cama”, dijo Kayihura. La policía también dijo que Enock Nsubuga era un ladrón conocido.
Kato fue asesinado el 24 de enero. Los medios de comunicación y activistas de todo el mundo condenaron inmediatamente su muerte como un ataque directo a su postura homosexual y lo están describiendo a Kato como un activista héroe y “modelo”.
La semana del asesinato, los diarios de América del Norte vapulearon a Uganda como un país “profundamente” anti-homosexual y citaron la participación de alto perfil de Kato en grupos de activistas como la razón para el asesinato. Aunque la prensa favorable al homosexualismo político expresó sus dudas por la confesión del sospechoso, pasados más de 10 días no hay nada que haga dudar de la versión de la policía.
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