Por Matthew Cullinan Hoffman
MOSCOW, 6 de junio 2011 (Notifam) – La ciudad de Moscú ha anunciado su intención de desafiar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y de continuar su prohibición de los desfiles de “orgullo homosexual”, aludiendo al daño moral que el mismo podría infligir en los jóvenes.
Según el activista homosexual Nikolai Alekseev, el gobierno de Moscú está preocupado por “el gran número de cartas de protesta recibidas en contra de los eventos de Orgullo, al igual que la obligación internacional de Rusia de proteger los derechos de los niños, dado que Orgullo Homosexual ‘podría tener un impacto en la salud psicológica, y podría infligir un daño moral en los niños y los adolescentes, quienes serían los testigos renuentes del evento’”.
El “orgullo” homosexual de los desfiles, los cuales ahora se llevan a cabo anualmente en muchas ciudades alrededor del mundo, frecuentemente son escenas de borrachera y de abuso de drogas, de desnudez pública, y de actos sexuales simulados y en ocasiones reales. Las autoridades públicas rutinariamente no actúan en contra de tal comportamiento durante los desfiles, exceptuando de ello a la comunidad homosexual.
El gobierno de Moscú ha estado prohibiendo los desfiles de “orgullo homosexual” desde que los homosexualistas inicialmente intentaron llevarlos a cabo en 2006. Aún está vigente la prohibición, a pesar de la amenaza de la imposición de una sanción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ya les han impuesto una sanción de más de $41,000.00 USD por sus pasadas prohibiciones.
La decisión del gobierno de Moscú refleja un consenso religioso y social en la sociedad rusa en torno al comportamiento homosexual. Según se lee en una encuesta reciente, el 84 por ciento de los rusos siguen entendiendo que la sodomía es inmoral, lo que constituye un desafío de la creciente aceptación del comportamiento por parte de América y de la Europa Occidental. A menudo tal comportamiento viene acompañado de una variedad de desórdenes físicos y habituales, además de unas altas tasas de infección de VIH y de enfermedades de transmisión sexual, el cáncer anal, la promiscuidad, y la depresión.
El Patriarca Ortodoxo de Moscú ha tildado el comportamiento homosexual como “una desviación viciosa de la naturaleza humana que Dios nos ha dado”. Además, él dijo que la Iglesia Ortodoxa “trata a las personas con dichas inclinaciones con responsabilidad pastoral, animándolos a cambiar sus vidas, y se opone firmemente a todo intento de presentar esta tendencia pecaminosa como ‘normal’ y un ejemplo para imitar. La Iglesia no acepta propaganda alguna a favor de la inmoralidad”. Su oposición a la sodomía es compartida por los líderes católicos, musulmanes, y judíos en Rusia.
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