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jueves, 30 de junio de 2011

Nuevo grupo internacional para la salud de las mujeres ataca mentalidad de “primero el aborto” y la “censura” - notifam.net

Por Hilary White, Corresponsal en Roma
29 de junio 2011 (Notifam) – Un grupo internacional de médicos ha dicho que la aceptación casi universal del aborto en la medicina obstétrica ha creado una atmósfera profesional de censura, y en última instancia errónea, en la literatura médica de revisión por los pares.
En su simposio inaugural, celebrado en Washington DC en enero de 2010, los miembros del Grupo Internacional de Trabajo para la Salud de las Mujeres en el Mundo, dijo que ellos quieren desafiar la aceptación de “primero el aborto” que estimula la mayoría de las prácticas obstétricas en todo el mundo. Médicos de Perú, Chile, Estados Unidos y Gran Bretaña presentaron ponencias sobre el daño causado al conjunto del mundo médico por las ideologías del aborto.
La permanente “censura de la creciente evidencia de los daños del aborto en las mujeres lleva a una cierta monotonía sospechosa, mortal para la investigación científica”, dijo el grupo en su informe inicial.
En un extenso reportaje, publicado en la edición de primavera de la revista Linacre Quaterly, la Dra. Donna J. Harrison, directora de Investigación y Políticas Públicas en la Asociación Americana de Obstetras y Ginecólogos Pro-Vida, dijo que aunque el problema de salud más importante para los obstetras es “la salud de la madre y del niño desde la concepción hasta el parto y la lactancia”, la literatura está “llena” de “suposiciones” que justifican el aborto.
“El punto de vista actualmente predominante es que de alguna manera el aborto es un resultado equivalente o superior de nacer vivo”, dijo la Dra. Harrison en una exposición.
“Tan fuerte es la opinión difundida que ‘el aborto es mejor que nacer vivo’, que muchas de las principales revistas especializadas descartan artículos de medicina basados en evidencias que desafían la ideología pro-aborto”.
“La aplicación de ‘primero el aborto’ a la salud de la madre secuestra recursos financieros y médicos de importancia crítica, desviando estos recursos de las intervenciones que servirían al máximo para disminuir la mortalidad materna”.
La mayoría de las organizaciones médicas internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la Federación Internacional de Paternidad Planificada y el Fondo de Población para las Naciones Unidas, sostienen vigorosamente que el “aborto seguro” – es decir, el aborto legalizado – es absolutamente necesario para reducir la mortalidad materna, especialmente en los países en desarrollo.
Pero las causas de la mortalidad materna en el parto son bien conocidas, dijo el informe: hemorragia, hipertensión, infección y la obstrucción del parto. Estas causas se contrarrestan no matando al niño antes del nacimiento, sino mediante el trabajo de “parteras capacitadas”, instalaciones médicas adecuadas cerca de la residencia de la madre y acceso adecuado a medicamentos y antibióticos.
Pero los esfuerzos en curso para forzar a los países a legalizar y expandir el aborto están drenando los recursos necesarios para proveer éstos, especialmente en los países en desarrollo, donde la ayuda extranjera es crucial para la prestación de servicios médicos.
En el simposio de Washington, Monique Chireau, M.D., M.P.H., Profesora Asistente de Obstetricia y Ginecología en la Escuela de Medicina de la Universidad Duke, dijo que cinco factores están trabajando en la campaña deliberada en el primer mundo para globalizar el aborto:
1) Los países desarrollados están expandiendo el aborto en el extranjero “a través de la vinculación del financiamiento de las agendas de salud para las mujeres promocionando el aborto”. 2) El activismo en la legislación de investigación ha presionado a los países en desarrollo para legalizar el aborto. 3) En todo el mundo, los raudos cambios en el poder político han dado lugar a la inestabilidad de las costumbres culturales, “haciendo a los países vulnerables a las ideologías de control [del crecimiento] poblacional”.
Otro factor es la manipulación del lenguaje en la literatura de investigación médica. La doctora Chireau dijo que el uso de “definiciones imprecisas y cuasi-jurídicas de términos críticamente importantes” – como “aborto”, “aborto inseguro”, “aborto espontáneo” y “aborto inducido” – ha permitido “ambiguas y contradictorias conclusiones en las investigaciones y en las estadísticas”.
El quinto factor es la rápida expansión en todo el mundo de los “cambios tecnológicos”, tales como una mayor portabilidad de las máquinas de aborto y la introducción de fármacos abortivos, comúnmente llamados “abortos médicos”.
La aceptación de la ideología del aborto ha dado como resultado, dijo ella, la proliferación de datos “sesgado” y “profundamente deformados”, definiciones que inducen a error y resultados manipulados. Todo esto ha afectado las percepciones del público y por lo tanto las decisiones políticas y de financiación.
Si el objetivo último es la salvaguardia de la salud de las mujeres, siguió diciendo la doctora Chireau, es necesario para la comunidad científica “refutar los datos inexactos o el uso inadecuado de las estadísticas y publicar investigaciones de alta calidad”.

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