La Fiscalía de Málaga ha decidido abrir diligencias penales para investigar el caso de una mujer que fue inducida a interrumpir su embarazo a los seis meses de gestación porque el feto supuestamente presentaba malformaciones y que, según un posterior examen anatomopatológico, estaba sano. La investigación se abre tras la demanda interpuesta por el letrado Damián Vázquez, de la asociación Defensor del Paciente, en representación de la pareja, por presunta mala praxis médica.
(MálagaHoy) La mujer acudió el pasado 17 de mayo al Hospital Clínico para hacerse una ecografía. El facultativo que la atendió le indicó que la posición del feto no era buena y que volviera en 10 ó 12 días para que le repitieran la prueba. El 27 de ese mes regresó y le hicieron una segunda ecografía. Ese día incluso pasó por dos ecógrafos diferentes y la vieron dos médicos. Le comentaron que podía haber una posible malformación en las extremidades.
El 1 de junio, tras una tercera ecografía, le informaron que el feto padecía artrogriposis múltiple congénita. Por eso le recomendaron una amniocentesis y que iniciara el protocolo para la interrupción del embarazo. Entonces, fue derivada a una clínica de Sevilla para que se hiciera el aborto.
Pero la sorpresa de la pareja fue mayúscula cuando tras el aborto recibieron una carta del hospital con el informe de Anatomía Patológica en el que se indicaba que el feto estaba sano y que no presentaba malformaciones internas o externas. Fue entonces cuando el matrimonio, representado por abogados de la asociación Defensor del Paciente, interpuso la demanda en la Fiscalía.
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