Por Mónica del Río
Esta tarde la cámara de diputados provincial aprobó el proyecto que intenta legalizar las uniones civiles. Los homosexuales festejaron desde la barra. Deberá estudiarlo ahora el senado provincial.
La cámara baja santafecina votó favorablemente la iniciativa que apunta a dar cobertura legal a “dos personas que convivan en relación estable de afectividad, con independencia de su sexo u orientación sexual” (art.1º).
Se les reconocería “el goce de los derechos establecidos en el ámbito provincial referidos a: leyes previsionales, licencias laborales ordinarias y especiales, acceso a la vivienda, asistencia integral a la salud, asignaciones especiales, visitas íntimas a personas detenidas dentro del sistema carcelario y, acceso a planes sociales” (art.7º).
Recordemos que el proyecto es impulsado, desde el 2003, por Vox -Asociación Civil por los derechos de lesbianas, gay, transexuales y bisexuales- y que su presidente, Guillermo Lovagnini, declaró que aunque logren esta ley “insistirán con la necesidad de que se modifique el Código Civil de la Nación para que también se habilite el matrimonio a personas del mismo sexo” (Vid Notivida 528).
La socialista Lucrecia Aranda defendió enfáticamente el proyecto y consideró que “nos acerca a una sociedad más justa, inclusiva e igualitaria”. La arista Alicia Gutiérrez le agradeció a todos los bloques que hayan accedido finalmente a tratar el tema.
Nueve diputados del PJ se abstuvieron por considerar que la norma es inconstitucional. La provincia no puede crear una institución del Derecho Civil. La sanción de legislación de fondo en materia civil es atribución exclusiva del Congreso Nacional conforme lo ordenado por el art. 75 inciso 12 de la Constitución Nacional y se encuentra prohibida su sanción a las legislaturas provinciales. Los diputados que se abstuvieron son: Darío Scataglini, Adrián Símil, Federico Reutemann, Victoria Ramírez, Silvia De Césaris, Jorge Lagna, Alberto Monti, María Vucasovich y Alberto Cejas.
El resto lo apoyó fundándose en la “no discriminación” a la que alude el mismo proyecto. Pero, como ha puntualizado la Congregación para la Doctrina de la Fe: “Para sostener la legalización de las uniones homosexuales no puede invocarse el principio del respeto y la no-discriminación de las personas. Distinguir entre personas o negarle a alguien un reconocimiento legal o un servicio social es efectivamente inaceptable sólo si se opone a la justicia”. (Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales).