Los votantes católicos que respaldan a candidatos favorables al aborto, a la eutanasia o la investigación de embriones “cometen un mal moral”
Los obispos católicos del estado de Kansas, Mons. Joseph Naumann, arzobispo de Kansas City; Mons. Ronald Gilmore, obispo de Dodge City; Mons. Paul Coakley, obispo de Salina; Mons. Michael Jackels, obispo de Wichita, publicaron una nueva guía del votante cristiano insistiendo en que favorecer con el voto a los candidatos que apoyan en aborto “está moralmente mal”. En el documento conjunto, afirman que los votantes católicos que respaldan a candidatos favorables al aborto, a la eutanasia o la investigación de embriones “cometen un mal moral”, (pecado de cooperación al mal).
El documento sigue diciendo que a pesar de los otros motivos que pueden tener los votantes, éstos no deben votar a candidatos favorables “al aborto, a la eutanasia, al suicidio asistido, a la destrucción de embriones de seres humanos en la investigación con células madre y a la clonación", de lo contrario estarían cooperando con el mal.
Algunos votantes católicos -dice Life News- justifican su apoyo a candidatos abortistas como Barack Obama, justificándose en que éstos parecerían estar más cerca de la doctrina católica en temas sociales.
Sin embargo, los obispos de Kansas insisten en que el aborto, la eutanasia, la experimentación con embriones humanos son “actos que constituyen un ataque contra la vida humana inocente y son intrínsecamente malos, es decir, son malos en sí mismos, independientemente de nuestras opiniones o de otras circunstancias".
"En vista de eso cooperamos al mal moral si votamos por un candidato que tiene una postura permisiva con respecto a las acciones que son intrínsecamente malas”.
Recordamos lo declarado por muchos obispos norteamericanos a partir del año 2000: “la posición sobre el aborto es un factor determinante que califica o descalifica a un candidato para recibir el voto de los católicos, porque sin desmerecer otros temas de doctrina social de la Iglesia, el asesinato del niño no nacido afecta al primero de los derechos humanos -el derecho a la vida- del cual dependen todos los demás derechos. El magisterio de los obispos no favorece ni se opone a ningún partido, sino que en cumplimiento de su mandato apostólico, orienta a los fieles sobre cómo juzgar a la hora de votar”, (vid. NG 799).
Téngase en cuenta también la carta dirigida por el entonces Cardenal Ratzinger al Cardenal Theodore McCarrick, Arzobispo de Washington, con ocasión de la asamblea de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, celebrada en Denver, del 14 al 19 de junio de 2004, en la que se decía expresamente: “Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia”, (vid. NG 664).
Los obispos de Kansas siguen diciendo, "cuando no se puede elegir a ningún candidato que evite el apoyo a todas las acciones intrínsecamente malas, debemos votar de manera tal de permitir el menor daño a la vida humana inocente y a su dignidad. Por lo tanto, no actuaríamos inmoralmente si tuviéramos que votar por un candidato que no es del todo aceptable moralmente con el fin de derrotar a quienes son una amenaza aún mayor para la vida humana y su dignidad", concluyen.