La Plata (Buenos Aires), 25 Ago. 08 (AICA) -
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, consideró que “es necesario que se vaya forjando un verdadero clamor” a favor de la vida y la familia, frente al avance de una cultura de la muerte en ámbitos legislativos, y ante quienes intentan disolver la familia “atacando cada vez más sus raíces y solidez”.
“Debemos estar atentos y advertir estos hechos: cómo va avanzando en la sociedad argentina y van adquiriendo carácter legal estos atentados contra la familia y contra la vida”, subrayó en su reflexión semanal por televisión.
Tras preguntarse “si no hay otras injusticias más graves que remediar y con urgencia” que la concesión por parte del Poder Ejecutivo de una pensión "por viudez" a las parejas homosexuales, advirtió que “no sería de extrañar que en este ámbito se prepare un asalto al Código Civil para cambiar la definición del matrimonio y por consiguiente de la familia fundada sobre él.”
El prelado platense recordó que “también en la Legislatura porteña circulan varios proyectos para legislar acerca de lo que se llaman ‘abortos no punibles’, que parten de las excusas absolutorias que en el Código Penal existen acerca del aborto, lo cual no quiere decir que exista un permiso para abortar sino que, cometido el hecho, no se castiga cuando se trata de una mujer deficiente mental que ha sido violada”. “Estos proyectos que circulan en la Legislatura porteña -aseguró- pretenden ampliar esa excusa y convertirla, prácticamente, en un derecho refiriéndolo a todo caso de violación. Incluso en uno de esos proyectos se dice que no es preciso probar que haya sido una violación y que basta la declaración, etc.” El arzobispo comentó que “con frecuencia aparece este tema y distintas voces se alzan en la sociedad para señalar cómo puede una mujer soportar que deba dar a luz a un hijo que es fruto de esa injuria, de ese atropello que ha sufrido”, e interpeló: “Pero en estos casos: ¡Nadie piensa en el niño!” “En el fondo, lo que se va afianzando es esta convicción de que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo y que el niño, la criatura, es una parte de su cuerpo. Quizás no se piensa tanto en el violador: no sé si hay verdadera diligencia en perseguir y condenar a esos sujetos a los cuales se los libera con demasiada facilidad y, en cambio sí, hay que ensañarse con el niño”, aseveró.
Monseñor Aguer sostuvo que “se comprende lo que significa la violación para una mujer. Se comprende que es algo tremendo, pero cómo es posible pretender equilibrar el daño asesinando a un inocente”, criticó. “Esta idea es la que hay que recuperar: hay que pensar en el niño y debemos abrir paso cada vez más en la opinión pública a algo que es hoy día una certeza científica y jurídica: hay vida humana desde la concepción y el embrión, aún en el estadio ínfimo de su desarrollo, es un sujeto de derecho”.
Monseñor Aguer opinó que “no se puede evocar aquella concesión del Código Penal, que es además de la década del veinte del siglo pasado, en un contexto de cultura eugenista, donde el temor era que el hijo de una mujer deficiente nacería deficiente”.
“Hoy se sabe que no es así, por lo menos no es necesariamente así, y querer proyectar a toda clase de violación como si fuera un derecho aquella excusa absolutoria es una cosa gravísima”, concluyó.+
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