La norma causaría daño a la parte más débil según el Presidente
LISBOA, jueves, 28 agosto 2008 (ZENIT.org).- El Movimiento “Ciudadanía-Familia-Matrimonio” se congratuló del veto presidencial al nuevo régimen jurídico del divorcio en Portugal.
El veto al proyecto de ley fue realizado por el presidente de Portugal Cavaco Silva la semana pasada, con fundamento en la desprotección del cónyuge que se encuentre en situación más débil, generalmente la mujer, así como los hijos menores.
El portavoz de la Conferencia Episcopal Portuguesa, Carlos Azevedo, había comentado que el nuevo régimen jurídico implicaba un “cierto facilismo”.
La norma desprecia “los valores que ayudan a mantener los vínculos y los compromisos públicos y serios que las personas hacen y que no deben ser deshechos por una situación inmediata, sino teniendo en cuenta los efectos de esas decisiones para las personas y para la sociedad”, comentó.
El Movimiento “Ciudadanía-Familia-Matrimonio” subrayó por medio de un comunicado el pasado fin de semana que “muchas voces, de las más diversas orientaciones ideológicas, alertaron al Parlamento sobre los errores de fondo de aquél proyecto”.
“En varios momentos, la sociedad civil se sintió desconsiderada por el hecho de ignorar el Poder Legislativo los comentarios constructivos que recibió”.
Al manifestar “gran alegría” por el veto presidencial, el Movimiento recuerda que “en las justificaciones que aduce, el Presidente de la República sintetiza muchas de las preocupaciones de justicia social que el nuevo régimen suscita”.
“Esta decisión es una señal de que es preciso invertir en el apoyo a las familias, en la protección de los niños, de las parejas, en especial de las madres, a quienes debemos tanto”.
“Compete ahora a todos, la Sociedad Civil y a mayor razón a los Diputados, comprender el gesto del Presidente y mirar a la institución familiar de forma nueva, reconociendo su importancia para la vida social”, afirma la nota.