El abogado defensor de Ferrín, Javier Pérez-Roldán, ha anunciado que su defendido ha interpuesto dos quejas ante el Consejo General del Poder Judicial contra Martínez Moya, que le debe juzgar por la comisión de dos faltas muy graves y quien ha manifestado su repulsa a que éste católico ocupe su puesto en un juzgado de familia, incurriendo a su vez, en un presunto delito de discriminación por motivos religiosos.
El abogado defensor añade que "las actuaciones irregulares del presidente de la Sala fueron más lejos, pues del propio auto acordando la apertura del juicio oral, dictado por el juez instructor Manuel Abadía, se desprende el convencimiento del instructor de la inexistencia de delito, y no obstante acordó la apertura del juicio bajo presiones del presidente de la Sala, pues no de otro modo puede entenderse que siguiera con el procedimiento sólo para que la sala se pronuncie".
Según el letrado, Ferrín Calamita es inocente pues no cometió prevaricación alguna y estima que el comportamiento del juez que le debe juzgar, Martínez Moya, "demuestra una falta de imparcialidad total. Debía haberse abstenido y no lo hizo; debía haber respetado la independencia judicial de Ferrín y no lo hizo; debía haber respetado la independencia judicial del juez instructor y no lo hizo y quien parece que quiere prevaricar, dictando una sentencia injusta de condena, es el propio presidente del TSJ de Murcia".
Según el letrado, Ferrín Calamita es inocente pues no cometió prevaricación alguna y estima que el comportamiento del juez que le debe juzgar, Martínez Moya, "demuestra una falta de imparcialidad total. Debía haberse abstenido y no lo hizo; debía haber respetado la independencia judicial de Ferrín y no lo hizo; debía haber respetado la independencia judicial del juez instructor y no lo hizo y quien parece que quiere prevaricar, dictando una sentencia injusta de condena, es el propio presidente del TSJ de Murcia".