Madrid (España), 15 Oct. 08 (AICA) - l director de la Fundación Vida, Manuel Cruz Moreno, celebró “el nacimiento de una nueva vida, que siempre es una buena noticia”, en referencia al alumbramiento del primer “bebé-medicamento” en España. Sin embargo, quiso expresar su “más rotunda condena al método por el que fue concebido, denigrante para la dignidad del ser humano, al haber sido seleccionado como ganado”.
La Fundación Vida lamentó “profundamente el destino de los embriones no utilizados, que serán congelados y destruidos o utilizados para experimentos”. “A pesar de que el objetivo de salvar una vida sea loable, no se puede permitir que el fin justifique cualquier medio, en este caso, el sacrificio de otras vidas, aunque sea en estado embrionario, tan hermanos del enfermo como el finalmente nacido”, analiza la Fundación Vida.
“En estos momentos, los avances científicos permiten otras alternativas que no atentan contra la dignidad ni suponen costos de vidas. Es el caso del uso de los cordones umbilicales congelados para obtener material celular. Ya existen bancos de este tipo en nuestro país, y su eficiencia curativa ha quedado perfectamente acreditada, incluso en pacientes que no guardan parentesco con el donante, por lo que recurrir al diagnóstico preimplantacional es innecesario”, explicó Cruz Moreno.
A pesar de todo parece perfecto, esta técnica tiene un costo. Los expertos consultados por la Fundación Vida denuncian que el diagnóstico preimplantacional para gestar a un hijo sano “se realiza mediante la fecundación in vitro de, al menos, cinco embriones para garantizar que alguno de ellos sea compatible con su hermano. De ellos, se selecciona sólo a aquel que resulta idóneo y se congela o destruye al resto, lo que es éticamente reprobable”. Por ello, “invitamos a los padres a implantarse el resto de embriones, por humanidad, para evitar la destrucción de sus hijos, que esperarán en el congelador su fin o su uso para experimentos genéticos”.