.- Dos Obispos de Estados Unidos, Mons. Kevin J. Farrell y Mons. Kevin W. Vann, de Dallas y Fort Worth respectivamente, dieron a conocer un comunicado conjunto en el que alientan a los católicos a votar de acuerdo a sus convicciones fundamentales para defender la vida, la familia y el matrimonio natural entre un hombre y una mujer.
En la carta, los prelados recuerdan que en Estados Unidos octubre es el Mes de Respeto a la vida y que ante las próximas elecciones presidenciales "donde la misma protección de la vida humana, particularmente del no nacido, está muy en juego" es necesario "sobre todo por medio de nuestra voz en la cabina electoral" afrontar la "responsabilidad de tratar la decisión por quien votaremos con profunda seriedad moral. Debemos enfrentar el derecho y el deber de votar con una conciencia correctamente formada e informada de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia".
En la carta recuerdan asimismo los puntos innegociables cuya violación constituye un "mal intrínseco" como "el aborto legalizado, la promoción de uniones del mismo sexo y 'casamientos', represión de libertad religiosa, así como las políticas públicas que permiten eutanasia, la discriminación racial o investigación destructiva de células estaminales embrionarias humanas".
Tras recordar que "la destrucción del más inocente de la vida humana por el aborto e investigación de células estaminales embrionarias no sólo disminuye el derecho humano básico a la vida, pero también subvierte y distorsiona el bien común", los prelados precisan que "este ciclo electoral nos proporciona una oportunidad de promover la cultura de la vida en nuestra nación".
"Como católicos somos moralmente obligados a orar, actuar, y votar para abolir el mal del aborto en América, limitando tanto como podamos hasta que por último sea abolido", precisan.
Seguidamente explican que "las únicas posibilidades morales para un Católico para poder votar en conciencia buena por un candidato que apoya este mal intrínseco" como el aborto se daría "si ambos candidatos apoyan el aborto o 'los derechos del aborto'. Un Católico sería forzado entonces ver los otros asuntos importantes y a través de su voto tratar de limitar el mal hecho" o "si otro mal intrínseco sobrepasa el mal del aborto. Mientras esto es razonamiento moral sano, no hay razones 'sinceramente moralmente graves' o 'proporcionales', singulares o combinadas, que podrían pesar más que las millones de vidas humanas inocentes que se matan directamente por el aborto legal cada año".
Tras alertar que "votar por un candidato que apoya el mal intrínseco de aborto o 'derechos al aborto' cuando hay una alternativa moralmente aceptable sería cooperar con el mal; y, por lo tanto, moralmente impermisible" por lo que concluyen explicando que "con el conocimiento de la enseñanza de la Iglesia en estos asuntos graves, es urgente para cada uno de nosotros como Católicos educarnos sobre la posición de los candidatos en estos asuntos, especialmente esos que implican males intrínsecos".