
Los manifestantes, personas de toda edad incluyendo jóvenes y niños, se reunieron ante la estatua de la Inmaculada en la plaza de la Catedral en Salzburgo, convocados por organizadores como Human Life International, Europrolife, Youth for Life, y The Prayer Initiative Salzburg, y encabezados por Mons. Andreas Laun, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis.
La marcha pacífica y de oración atrajo la atención de los pasantes y los medios de comunicación porque recorrió el río Salzach, donde se arrojaron rosas para recordar a los niños asesinados en el vientre materno.
Además, los participantes portaron vistosas cruces blancas, simbolizando a los niños no nacidos que no llevaron a ver la luz y que nunca recibieron un funeral; mientras sonaban 100 campanadas de la Catedral.
La marcha, inusual en Austria, marca el resurgimiento del movimiento pro-vida en Europa; donde hasta hace poco el debate en torno al aborto se consideraba "cerrado".
Marchas similares a las de Salzburgo han tenido lugar este mes en Berlín y Munich (Alemania), Londres (Inglaterra) y Praga (República Checa).