ARGENTINA: ALGUNOS LEGISLADORES DEBEN PEDIR PERDÓN A
DIOS. Fuente: CLAVES para un MUNDO MEJOR,
www.areopago.org.ar
“He visto que la
representación oficial de la Argentina es bastante numerosa. Está compuesta por
un número notable de legisladores. Yo me permito, con todo respeto, deslizar una
sugerencia: algunos de ellos podrían aprovechar esta circunstancia excepcional
para pedir la intercesión del nuevo Beato de modo que Dios Nuestro Señor les
perdone haber aprobado el año pasado en el Congreso de la Nación una ley inicua
contraria a la enseñanza del Gran Pontífice, la ley que alteró la naturaleza del
matrimonio en la Argentina” (Mons. Héctor Aguer, arzobispo de La
Plata)
Palabras de Mons. Héctor Aguer,
arzobispo de La Plata (Argentina), en su columna del programa Claves para un
Mundo Mejor del 30 de abril pasado, con motivo de la beatificación de Juan
Pablo II:
“La beatificación de Juan Pablo II
es el acontecimiento que, en estos días, polariza la devoción de los fieles y
concita la atención del mundo”.
“Como ustedes saben el proceso de
beatificación se ha desarrollado de acuerdo a las pautas establecidas pero en un
tiempo muy breve, y eso se explica porque en este caso se ha dado de un modo
eximio una de las condiciones para que un cristiano acceda al reconocimiento
oficial de la Iglesia: la fama de santidad”.
“Recordemos las escenas, en la Plaza
San Pedro, de las exequias de Juan Pablo II; allí surgió, como una especie de
clamor unánime, el reconocimiento de la santidad de ese gran
Pontífice”.
“La fama de santidad es, en efecto,
una de las causales importantísimas que llevan a un Siervo de Dios a la
beatificación porque expresa el sentido de la fe los fieles. Los que hemos visto
a Juan Pablo II algunas veces o hemos estado cerca de Él, que hemos concelebrado
la misa con Él, hemos podido observar que, efectivamente, era un hombre que
vivía en una continua unión con el Señor”.
“A mí personalmente me impresionó
siempre la preparación del Papa para la celebración de la Misa y luego la
prolongada acción de gracias después de celebrada la misa. Se veía que era un
hombre que entraba en un ámbito de intensa oración. Era también muy notable su
devoción a la Virgen María”.
“Luego tenemos su enseñanza no solo
la ortodoxia sino la ponderación de su enseñanza que ha significado, en todo
caso, una actualización de la doctrina permanente de la Iglesia. Un aspecto
especial a destacar es cómo el magisterio de Juan Pablo II refiere
todo lo que la Iglesia tenía que enseñar acerca del hombre en el mundo
contemporáneo a la figura de Cristo Redentor, a la misericordia del Padre, a la
presencia continua del Espíritu Santo, Señor y Dador de vida. Durante su
pontificado, la Congregación para la Doctrina de la Fe tuvo que intervenir
reiteradamente para corregir los errores teológicos que alteraban la fe católica
y confundían a los fieles”.
“El Papa Juan Pablo II se ocupó,
como todos recordamos, de cuestiones claves de la historia contemporánea.
Ejemplos son la caída de los regímenes de socialismo real, como se les llamaba;
la ponderación con la cual presentó el juicio de la Iglesia en situaciones
dramáticas en el escenario internacional y como animó, en sus viajes
apostólicos, a las distintas comunidades católicas de todo el mundo. La defensa
de la vida humana desde la concepción, la santidad del matrimonio y la familia,
la objetividad y trascendencia de los valores morales fueron puntos clave de su
enseñanza”.
“Millones y millones de personas se
reunían para escucharlo. A todos, y especialmente a los jóvenes les animó a dar
un testimonio actualizado de Jesucristo”.
“Tenemos ahora una ocasión bellísima
para reconocer cómo aún en la actualidad Dios enriquece a su Iglesia y la guía
por medio de pastores como este gran pontífice que ahora intercederá por
nosotros”.
“Por eso, nosotros desde aquí nos
unimos a los actos que se celebran en Roma y a aquellas multitudes que confluyen
en la Ciudad Eterna para homenajear al nuevo Beato”.
“He visto que la representación
oficial de la Argentina es bastante numerosa. Está compuesta por un número
notable de legisladores. Yo me permito, con todo respeto, deslizar una
sugerencia: algunos de ellos podrían aprovechar esta circunstancia excepcional
para pedir la intercesión del nuevo Beato de modo que Dios Nuestro Señor les
perdone haber aprobado el año pasado en el Congreso de la Nación una ley inicua
contraria a la enseñanza del Gran Pontífice, la ley que alteró la naturaleza del
matrimonio en la Argentina”
“Y todos nosotros invocaremos la
protección de Juan Pablo II para que nos ayude, dentro de todas nuestras
limitaciones y pobrezas, a dar un auténtico testimonio de Cristo en el mundo de
hoy”.
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