Los efectos del envejecimiento: el gasto en atención a largo plazo para nuestros mayores se podría triplicar en 2050 - forumlibertas.com

La OCDE lo advierte en un informe. La baja natalidad de países como Japón o España acrecienta el problema, mientras que Estados Unidos es el ejemplo a seguir si se quiere paliar el tremendo gasto público que supondrá el aumento de personas mayores de 80 años.

Por Víctor RuizUn nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advierte de que el gasto en atención a largo plazo en los países de la OCDE se duplicará, e incluso triplicará, en 2050, impulsado por el envejecimiento de las poblaciones.

En sus conclusiones, el informe aconseja a los gobiernos de los países más afectados que mejoren y hagan más costeables sus políticas de atención a largo plazo, y que al mismo tiempo proporcionen un mejor apoyo a cuidadores familiares y profesionales.

El informe ‘Help Wanted? Providing and paying for long-term care’ (‘¿Se necesita ayuda? Proporcionando y pagando por una atención a largo plazo’)   dice que la mitad de las personas que necesitan atención a largo plazo tiene más de 80 años.

Y añade que la proporción de la población en este grupo de edad en los países de la OCDE alcanzará casi uno de cada diez en 2050, frente a uno de cada 25 en 2010.

La OCDE prevé que este porcentaje alcanzará el 17% en Japón, según se puede observar en el siguiente gráfico, reproducido a partir de la nota de prensa emitida por la OCDE. Otros países como Alemania (15%) o España también alcanzarán porcentajes preocupantes para esas fechas.

El informe señala que, en consecuencia, el gasto en atención a largo plazo, que ahora representa el 1.5% del PIB en promedio en la OCDE, aumentará significativamente.

Suecia y los Países Bajos, por ejemplo, actualmente gastan la mayoría, el 3.5% y 3.6% del PIB, respectivamente, mientras que Portugal (0.1%), la República Checa (0.2%) y la República Eslovaca (0.2%) gastan lo mínimo.

“Con el rápido aumento de los costos, los países deben obtener una mejor relación calidad-precio de su gasto en atención a largo plazo” dice el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. “Se deben revisar las políticas sistémicas implementadas en muchos países, a fin de aumentar la productividad y el apoyo a los cuidadores familiares que son la columna vertebral de los sistemas de atención a largo plazo”.

En ese sentido, países que se ven venir el problema, como Alemania, Países Bajos, Suecia y Noruega, han impulsado la retención a través de recientes iniciativas.

Los gobiernos tendrán que encontrar un equilibrio entre ofrecer acceso a la atención de buena calidad y hacer sus sistemas económicamente sostenibles, dice el informe.

Alrededor del 70% de los usuarios de atención a largo plazo reciben los servicios en casa, no obstante, el gasto en  atención institucional representa el 62% del gasto total. El cuidado de relevo, el fomento de trabajo de medio tiempo y el pago de prestaciones a los cuidadores familiares podrían ser políticas rentables, que reducen la demanda de costosa atención institucional.

Pagar por atención a largo plazo resulta demasiado caro para todos excepto para los más ricos. Incluso las personas con ingresos superiores a la media descubrirán que el 60% de su ingreso disponible se va en costos de  atención.  Los países tienen que repartir la carga, ya sea ofreciendo prestaciones universales a los que más necesitan la atención o a través de asociaciones público-privadas.

El factor natalidad y el ejemplo de Estados Unidos

En el gráfico anterior se puede ver también que el incremento del envejecimiento en 2050 afectará en menor medida a países como Estados Unidos, Brasil o China, según las previsiones de la OCDE.

Precisamente, Estados Unidos es un buen ejemplo de cómo evitar ese progresivo envejecimiento, ya que no tiene problemas prácticamente para 2050 y es el único país que no sube significativamente la tendencia al alza en el gráfico.
Esto se debe, entre otras medidas, a que tiene una buena tasa de natalidad, lo que puede ayudar a convertir a este país en la gran potencia de la segunda parte del siglo XXI.

Como se observa en la tabla adjunta, elaborada a partir de los datos de The World Factbook (enero 2009), reproducidos en la web IndexMundi, la tasa de natalidad de Estados Unidos es la tercera mejor entre los países analizados, con 13,82 nacimientos por año por cada 1.000 habitantes. Sólo Brasil (18,43) e Irlanda (14,23) están mejor situados que Estados Unidos.

En el otro extremo están Japón (7,64), Italia y Alemania (8,18), y España (9,72), todos ellos por debajo de los 10 nacimientos por año por cada 1.000 habitantes.

Además, mientras Alemania o Francia, por ejemplo, han potenciado sus políticas de ayudas a la familia para intentar paliar el problema, España no ha adoptado serias medidas de fomento de la natalidad, todo lo contrario, ya que su actual legislación del aborto apunta precisamente en sentido contrario.