Lleva ya cinco ediciones y puede convertirse en un libro clásico sobre un tema tan complicado como es dar pautas al adolescente.
Acaba de publicarse, por la editorial Voz de Papel, la segunda edición del libro “Pensar a los quince”, del sacerdote y articulista de Religión en Libertad, don Pedro Trevijano, a quien entrevistamos.
- ¿Cómo surgió la idea del libro? - A poco de jubilarme, Alex Del Rosal me sugirió: “Te has pasado toda la vida con adolescentes. Es un tema que no está demasiado estudiado. ¿Por qué no escribes un libro sobre ellos o para ellos?”. Me pareció una buena idea y me lancé a escribirlo. Pero mientras que no vi nada claro publicar sobre ellos, no me resultó difícil escribir un libro para ellos.
- ¿Qué temas tratas? - La vida de un adolescente gira en torno a una serie de temas, que son también sus problemas: familia, sexualidad, formación humana y estudios, su fe.
- ¿A cuál de estos temas le dedicas más atención? - La adolescencia es el momento del despertar de la sexualidad. No es extraño por ello que el tema más tratado sea la sexualidad, a la que dedico tres de los siete capítulos del libro, capítulos que titulo así: “Tu sexualidad”, “Tu sexualidad y los demás”, “Tu pareja”. El libro llega hasta el límite del matrimonio, tema que ya no toco. Pero también hay que darle toda su importancia a la formación humana y sobre todo a la formación religiosa, que es el capítulo más largo. No se pueden ignorar los grandes interrogantes que tienen los chicos, sino que hay que intentar darles contestación. He intentado por supuesto que el libro sea ameno y no se les caiga de las manos.
- ¿Es un libro recomendable para los padres?- Pienso es muy de desear que los padres también lo conozcan y lean. Creo que puede darles un montón de temas de diálogo con sus hijos. Y sabemos la importancia del diálogo en la educación.
- ¿Cuál es la orientación del libro?
- Por supuesto soy sacerdote católico y con mi libro, que evidentemente pretende ser un libro católico, trato de ayudar a los adolescentes y jóvenes.
- ¿Qué piensa usted de los adolescentes y jóvenes? - Recuerdo una mujer que me decía. “los adolescentes y jóvenes son nuestros hijos, y yo estoy muy contenta de mis hijos”. No hace mucho un profesor me recordaba: “en clase suele haber un par de alumnos difíciles, que arrastran a otro par”, pero la mayoría de los alumnos no son difíciles, aunque la destrucción de la familia hace que aumenten los chicos difíciles. Pero lo sucedido estos días en la Jornada Mundial de la Juventud, nos muestra que cuando un joven está motivado y en un ambiente favorable, puede dejarte con la boca abierta de asombro porque ha superado tus más optimistas expectativas.
- ¿Qué piensan los jóvenes de la educación que reciben? - Es una pregunta que he hecho a mis alumnos muchas veces, diciéndoles que si tuviesen un hijo o hija de su edad, ¿cómo lo educarían? La contestación en la gran mayoría era: “más o menos como a mí me están educando”, salvo en un punto muy importante: la gran mayoría de adolescentes del mundo discrepan de sus padres en: la hora de llegar a casa. Y es que ahí son juez y parte.
- ¿Está tu libro traducido a algún otro idioma? - Sí, pero ahí me suelo divertir preguntándoles en qué idioma creen está traducido. No suelen acertar, porque el idioma es el argentino. La manera de hablar de un chico argentino es bastante diferente a la de un chico español, y por eso hubo que hacer una versión argentina, en la Editorial San Benito de Buenos Aires. Por cierto allí el libro está en su tercera edición.
- ¿Alguna cosa más? - Cuando salió el libro en su primera edición tuve dos críticas verbales irónicas y malvadas: una, contra los chavales. “¿es que a los quince años se puede pensar?”; la otra contra mí: ¿”es que has llegado ya a los quince años?”. Pero para terminar con una afirmación seria: la única receta que conozco en educación es querer profundamente a los alumnos.
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