Buenos Aires, 8 de setiembre de 2008Sra. Graciela Ocaña
Ministro de Salud de la Nación
De mi mayor consideración:
Le vuelvo a escribir porque no he recibido contestación a mi carta anterior, y porque usted reitera las declaraciones aberrantes hechas anteriormente en torno a la promocionada píldora del día siguiente, esta vez en su apelación al fallo de la justicia cordobesa que ha prohibido su distribución oficial en esa provincia.
Es evidente que usted está asesorada por personas que pese a ser “especialistas” matriculados son diplomados en ignorancia, o bien son analfabetos que no saben leer ni prospectos medicinales ni informes de los laboratorios que fabrican esta píldora siniestra, o bien puede ser que tengan intereses concretos y estén cumpliendo funciones o ejecutando órdenes de instancias superiores, interesadas en imponer el control de la natalidad en nuestro país, para beneficio del capitalismo global depredador que necesita imperiosamente frenar el crecimiento demográfico y eliminar población futura, sobre todo de entre los pobres.
Usted “afirma”, mejor dicho, le hacen decir[1] que la píldora en cuestión “no es abortiva”, sino que “sólo impide la ovulación”. En primer lugar, la función principal de la píldora es impedir la fecundación del óvulo por el espermatozoide. Si no fuera así, ¿por qué se la recomienda para consumirla luego de un acto sexual efectuado sin “protección” o en caso de una ovulación? Por eso se le dice popularmente “del día después”, es decir, después de una copulación sexual. Perdone mi franqueza, pero sus asesores la están haciendo quedar como una persona que hasta carecería de sentido común. Usted no es médica ni científica, es licenciada en Ciencias Políticas, pero los “médicos” que la asesoran saben menos de medicina y de anticonceptivos que usted.
Discutible es que el consumo de esta píldora forme parte de una política sanitaria nacional, por cuanto ni cura ni sana nada, solamente impide la fecundación o la implantación de un óvulo fecundado, razón por la cual se puede decir que es un instrumento para el control de la natalidad, no un medicamento.
Más grave es que usted se contradice en forma absoluta, lo cual la lleva a tener que reconocer lo que le quieren hacer creer que no es real. Usted dice que la hormona Levonorgestrel que contiene la píldora “no obstaculiza en ningún caso la implantación del óvulo fecundado, por lo tanto no es abortiva”. Es decir, usted reconoce en primer lugar que si impidiera la implantación del óvulo sería abortiva, lo cual es uno de los tres efectos posibles de la píldora. Pero en segundo lugar, lo grave es que usted afirma algo que carece totalmente de base científica, sus asesores le hacen afirmar un dogma contrario a los informes técnicos y científicos de los propios laboratorios fabricantes y de instituciones y organizaciones que promueven su consumo.
A) Según la Food and Drug Administration, de USA, el Levornogestrel «acts primarily by stopping the release of an egg from the ovary (ovulation). It may prevent the union of sperm and egg (fertilization). If fertilization does occur, Plan B may prevent a fertilized egg from attaching to the womb (implantation)» [actúa principalmente para detener el desprendimiento de un óvulo del ovario (ovulación). Puede prevenir la union del espermatozoide y un óvulo (fertilización). Si la fertilización ocurre, Plan B [el nombre del fármaco] puede prevenir que un óvulo fecundado se deposite en el útero (implantación)] [2]. También afirma que «Plan B works like a birth control pill to prevent pregnancy mainly by stopping the release of an egg from the ovary. It is possible that Plan B may also work by preventing fertilization of an egg (the uniting of sperm with the egg) or by preventing attachment (implantation) to the uterus (womb), which usually occurs beginning 7 days after release of an egg from the ovary» [Plan B trabaja como una píldora para controlar la natalidad al prevenir un embarazo, principalmente deteniendo el desprendimiento de un óvulo del ovario. Es posible que Plan B también pueda trabajar previniendo la fertilización de un óvulo (la unión de un espermatozoide con el óvulo) o previniendo el depósito (implantación) en el útero, lo que usualmente ocurre al comenzar el 7º día después del desprendimiento de un óvulo del ovario].
B) La multinacional Schering es una de las principales fabricantes y vendedores de esta píldora, cuyo nombre comercial es Schering PC4. No tiene ningún empacho en reconocer que «Schering PC4 stops the fertilised egg from attaching itself to the lining of the womb. It can only do this if it is taken within three days of unprotected intercourse. Therefore, this medicine can only be used within three days (72 hours) of unprotected sex » [Schering PC4 impide que el óvulo fertilizado se deposite en las paredes del útero. Sólo hace esto si se toma la pastilla dentro de los 3 días de haber tenido una relación sexual sin protección. En consecuencia, este medicamento sólo puede ser utilizado dentro de los tres días (72 horas) de haber tenido una relación sexual sin protección][3].
C) La corporación multinacional International Consortium for Emergency Contraception/Consorcio Internacional para la Anticoncepción de Emergencia- afirma oficialmente que la ingesta de esta píldora puede producir tres efectos posibles: a) inhibe o retrasa la liberación del óvulo desde el ovario; b) puede impedir que el espermatozoide y el óvulo se unan; c) puede impedir que un óvulo fecundado se implante en el útero[4].
En síntesis, estimada Licenciada en Ciencias Políticas, la información de laboratorios fabricantes, de las corporaciones plutocráticas ligadas al capitalismo financiero depredador y un organismo oficial de Estados Unidos que ha aprobado la comercialización de esta píldora RECONOCEN EL EFECTO ABORTIVO DE IMPEDIR LA IMPLANTACIÓN DEL ÓVULO FECUNDADO EN EL ÚTERO MATERNO. Usted misma reconoce que este efecto anti-implantario o anti-anidatorio es abortivo.
Se impone entonces que su gestión al frente del Ministerio deje de promover la ingesta masiva de esta píldora diseñada por la plutocracia angloamericana reinante en el mundo que promueve el control de la natalidad a nivel planetario. Se impone también que el Ministerio a su cargo reconozca el carácter abortivo de esta píldora y que su distribución constituye un delito penal, y por último se impone que se deshaga de los asesores inútiles que le hacen decir estupideces desde el punto de vista científico.
Si sus asesores y “especialistas” le esconden esta información, se la puedo acercar en mano, además de transmitírsela por correo, si usted lo prefiere
Atte.
