
La ley, explicó el Arzobispo, “no proporciona ninguna protección a la vida naciente y no ofrece ni siquiera algún tipo de apoyo a la mujer que quiere interrumpir un embarazo no programado o difícil”. El Arzobispo ha escrito una carta oficial a los miembros de la Asamblea Legislativa invitándolos a no aprobar la nueva normativa sobre el aborto por una cuestión fundamental de respeto por los derechos humanos, del niño y de la mujer.
Además, existe un fuerte peligro para todas las estructuras católicas: si se aprueba esta ley, ella pondría en serias dificultades a los centros de salud católicos y a los médicos objetores de conciencia, obligándolos –si pretenden respetar su propia conciencia y los valores de la propia fe– a actuar contra la ley. Se trata, pues, de un problema real, ya que los hospitales católicos realizan cerca de un tercio de los alumbramientos en el estado de Victoria. Por todas estas razones, Mons. Hart ha llamado a la comunidad católica a una Jornada especial de oración por la vida, que se realizará el 5 de octubre, durante la vigilia previa al voto de la Asamblea, en toda la diócesis, en las parroquias y asociaciones, y ha anunciado una vigilia de oración en la que estará presente el Obispo, en la Catedral de Saint Patrick, para rezar junto con todos los hombres de buena voluntad por el respeto a la vida y por el derecho de los niños y de las madres. (PA) (Agencia Fides 26/09/2008)