Foto: Vanesa/o y Susana/o
La corrección política alcanza cotas nunca vistas. El juicio contra el juez Fernando Ferrín comienza ahora su fase de vista oral.
El fiscal le acusa de un delito de prevaricación permanente, por solicitar pruebas periciales, al tiempo que por la vía de la Administración Judicial, el CGPJ, controlado por el PP, le golpea una y otra vez.
En pocas palabras, se le juzga por la denuncia de una pareja de lesbianas. Ferrín consideraba que el hijo de una de ellas -madre biológica- sería educada mejor por su padre, a quien le otorgaba la custodia, que por una lesbiana y su pareja homo. Opinión que, al parecer, es prevaricación gravísima.
El fiscal ha llegado a más y exige que Fernando Ferrín indemnice a nuestra buena lesbiana, por los daños morales causados, porque es persona sensible. Es muy probable que Ferrín sea expulsado de la carrera judicial.
Lo de Ferrín no es un juicio, es una advertencia para todo aquel que se atreva a contradecir lo ambientalmente correcto, que son los deseos del lobby gay de hacerse respetable por la fuerza de tribunales y policía. Y, sobre todo, es una advertencia, una amenaza para que no haya más jueces que se atrevan a retar a la tiranía gay, aunque esta perpetre la bestialidad de que un niño sea educado por dos bolleras.
Fuente: Hispanidad 09/09/08
Nota Catapúltica: el CGPJ es el Consejo General del poder Judicial, equivalente a nuestro Consejo de la Magistratura. Aquí está digitado por los montoneros Conti-Malbec y Kunkel y en España por los cabrones del Partido Popular, tan parecidos a los cabrones del Pro de Mauricio Macri, que convalidan cualquier aberración con tal de no traspasar los límites de la “corrección política”.
Las dos bolleras son Vanesa/o de las Heras y Susana/o Meseguer. En los añorados tiempos medievales ya habría sido consumidas/os por el fuego benéfico y purificador.
Hoy no contamos más que la sencilla bomba Molotov. Se sugiere emplearla cuantas veces sea necesaria contra este par de malvadas/os.
Artillero: Augusto Padilla